¿Somos suficientemente exigentes con nuestros hijos en los estudios o nos hemos vuelto condescendientes? Es una pregunta clave que se puede hacer a los padres y por qué no a los profesores. Y no digamos a los sindicatos educativos, siempre más preocupados de que el estudiante »no sufra» pero sin pisar el acelerador de la exigencia. Muchas actividades extraescolares ahogan a los niños de pequeños, eso o la televisión como mejor amiga. Pero el fomento de la lectura, del estudio, la búsqueda de la vocación también se logra en casa. Y en el colegio dando autoridad a los profesores, y no criticando cuando las notas del hijo son malas.
La comunidad educativa, crítica con el modelo de enseñanza por no promover la cultura del esfuerzo, admite que esta carencia es resultado también de los hábitos de los niños en casa.
En España, los niños de entre cuatro y 12 años pasan delante de la televisión de media 2 horas y minutos al día, según un informe con datos de Kantar Media para Barlovento Comunicación. A partir de los 13 años y hasta los 24, el tiempo se reduce tres minutos de media al día. Otro estudio de la Universidad de Valencia apunta que el 30% de los menores enciende el televisor nada más llegar a casa y es su primera alternativa de ocio infantil, por encima de leer, jugar o escuchar música.
El tiempo medio de consumo de televisión entre la población infantil es similar al de países como Reino Unido, Francia y Alemania, según un estudio de Kids TV Report, que señala que Italia es el país donde los niños ven más tiempo la televisión; dos horas y tres cuartos. Este informe advierte que en el caso de España, el consumo televisivo entre los menores ha aumentado 20 minutos al día.
En 3º de la ESO, dos horas a la semana para estudiar las troncales
Según un informe de PISA, los alumnos españoles de 15 años reservan una media de dos horas a la semana en estudiar lengua, matemáticas y ciencia; es un tiempo similar al que dedican los estudiantes franceses, italianos y británicos. En cambio, en Estonia, más del 10% de los alumnos reservan más de cuatro horas a la semana para estas materias, y en Dinamarca, el 10% de los escolares pasan entre dos y cuatro horas haciendo los deberes de estas asignaturas.
En el alumnado español no ha calado tanto la sensación de responsabilidad o carga. En España, una cuarta parte de los alumnos de hasta 13 años reconoce que se agobia poco o nada por los deberes de la escuela, y una además no notan una carga en el trabajo escolar, según un Estudio del Ministerio de Sanidad. Pero a medida que aumenta el nivel educativo, aumentan los estudiantes que sienten presión, hasta elevarse al 62,9% entre los alumnos de entre 17 y 18 años, es decir, preuniversitarios. Este mismo estudio señala que a la pregunta “¿te gusta la escuela?”, contesta con sí el 40% de los alumnos de Primaria, y solo el 11% entre los estudiantes de 15 y 16 años.
Los adolescentes dedican una hora y media a estudiar y, en cambio, pasan cuatro horas al día delante de una pantalla, ya sea de ordenador, consola o móvil. Además, la mitad de los alumnos con suspensos reconocen que tienen problemas para concentrarse en el estudio, y un 48% estudia escuchando música, según un informe de TNS Demoscopia.
Expertos llaman la atención por el hecho de que los niños prefieran ver la tele que jugar. Un estudio del Observatorio del Juego Infantil señala que tanto en casa como en la escuela se dedica poco tiempo en utilizar los juguetes para desarrollar la creatividad y como herramienta en el aprendizaje. “Es necesario que las escuelas aprovechen el juego y el juguete como medios para enseñar porque atraen a los niños y, con ellos, éstos se esfuerzan mucho más para aprender”, opina Gonzalo Jover, catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad Complutense.
Las diferencias del tiempo de estudio entre países europeo se notan fundamente en la educación universitaria. Los alumnos estudian 13 horas y media a la semana, frente a las 16 de Alemania, las 19 del Reino Unido y las 20 de Suecia e Italia. Así lo recoge un estudio de la Fundación BBVA, que añade que los estudiantes de Alemania, Francia y España son los que van más a clase.
Menos horas lectivas para mates, lengua y ciencia
España supera en horas lectivas a la media de la OCDE y la UE. Los profesores deben enseñar 880 horas en Primaria al año, 101 más que la media de los países del entorno. Pero el tiempo lectivo se reparte entre menos días. Los docentes imparten clase cinco horas al día, cuando en Corea del Sur, por ejemplo, la media diaria es de 3,8 horas.
A pesar de que los alumnos españoles tienen más horas de clase, el tiempo para aprender lengua, matemáticas y ciencias es menor. En Secundaria, estas tres materias duras representan el 37% de la carga lectiva, mientras que en la OCDE la media es del 41%.
Pocas becas para el exterior, poca investigación y muchos talentos en el exterior
Hasta el curso 2011-2012, España ha sido el país de la UE que más recibe y envía al extranjero en las becas Erasmus de la UE. En ese curso vinieron 39.300 estudiantes de otros países comunitarios, y envió a 39.545, un 9,3% más que el curso anterior. Pero las oportunidades para doctorarse en el extranjero o desarrollar la actividad profesional fuera con ayudas son mucho más limitadas. Las becas estatales, y más ahora en crisis, son testimoniales. En 2012 se convocaron 63 becas para profesorado científico en el extranjero.
Otro fenómeno distinto que la crisis ha evidenciado es el aumento de españoles que salen al exterior en busca de trabajo y, muchos también, de oportunidades profesionales o mejoras sociales. Casi dos millones de euros de españoles viven en el extranjero, según el padrón del INE, pero dos de cada tres habían nacido fuera de España. Entre estas salidas, también talentos de la ciencia y la tecnología que viendo las escasas ofertas laborales deciden probar suerte fuera, o son fichados antes en el extranjero. En la marcha de profesionales y talentos existe una doble interpretación: por un lado,
Por otro, los expertos señalan que la universidad se está alejando ser un motor de desarrollo económico por los recortes. Según la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), la crisis y los ajustes en los presupuestos han reducido un 11% los contratos de contratos por investigación y las ‘spin off’, empresas surgidas por la investigación, han bajado un 15,3%.
El presupuesto en ciencia bajó un 25% en 2012 y las cuentas para este año recogieron una partida de 5.562 millones de euros que, según el sector científico, era equivalente al de 2004. Ahora, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha anunciado un aumento de la inversión pública en I+Di+i en las cuentas de 2014.
Al margen de este anuncio, sobre la situación de la comunidad científica se han generado corrientes de opinión para denunciar la ‘fuga de cerebros’. Un fenómeno que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, calificó de “movilidad exterior”, pero que su departamento sigue para que el talento que se ha marchado por la crisis pueda regresar. También, dice la ministra, se trabaja en la dirección contraria: “Trabajamos para que quien quiera salir salga, eso es movilidad exterior”.
Reválidas para conseguir la ESO, el Bachiller y el título de FP
La reforma educativa que se tramita recupera las reválidas para obtener el título de la ESO (Educación Secundaria), y, después, si se continúa en el centro, sacarse la titulación de Bachillerato que abre las puertas a la universidad, o disponer del título Formación Profesional de Grado. Es decir, habrá que superar un examen al final de la ESO para lograr el título. Luego, si el alumno continúa estudiando, deberá superar otra prueba al final del Bachillerato para lograr este título. Si escogió tras la ESO la FP, tendrá que hacer igualmente otro examen para obtener la titulación.
El examen-reválida es un cambio de calado, al condicionar el título a la superación de una prueba.
Por otro lado, la reforma educativa señala que el alumno de Secundaria podrá repetir dos veces como máximo en su etapa educativa, y pasar de curso con dos materias suspensas. Excepcionalmente, el estudiante puede superar el curso con tres suspensos, siempre que no sean ni lengua castellana y literatura, ni matemáticas. Si el estudiante aprueba esta reválida, obtendrá el título de la ESO.
Para ir a la universidad, basta con la aprobación de la reválida de Bachillerato, que permite disponer del título. La nota final de esta prueba depende en un 60% de las calificaciones en Bachillerato, y el 40% de lo que se saque en ese examen-reválida.
Pero las universidades pueden convocar pruebas extra para admitir a los alumnos. Si deciden hacer procesos selectivos, deberán tener en cuenta en un 60% la nota del examen de reválida de Bachillerato.
España, muy deficiente en inglés
Seis de cada diez españoles admiten que no se atreven a marcharse a trabajar fuera debido a su bajo nivel de inglés, a pesar de las oportunidades profesionales que hay en el extranjero y un 64%enuncia a viajar al exterior en vacaciones por miedo a no poder comunicarse. Así lo señala una encuesta elaborada por Cambridge University Press, que constata que a pesar de las academias de idiomas siguen de moda, y los cursos online son muy demandados, el nivel es muy deficiente.
En España hay una red de centros bilingües, pero como ocurre en materia de educación, existen diferencias según la comunidad. En Madrid, la administración señala que la enseñanza bilingüe se imparte en uno de cada tres centros públicos, mientras que en Castilla la Mancha hay 46, sobre un total de 1.390 colegios e institutos.
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, suprimió las ayudas para estudiar idiomas en el extranjero durante el verano por cursos de inmersión en España. Wert ha manifestado en varias ocasiones que para aprender el idioma hay que enseñar en esa lengua. Ha planteado una estrategia para la educación en inglés, y bajar las clases lingüísticas. Pero hasta la fecha no se ha concretado este plan.
Pedagogos piden un MIR para profesores y el Consejo Escolar endurecer las pruebas
Expertos en pedagogía y educación llevan un tiempo pidiendo en España que se haga un MIR para profesores de dos años por la falta de contenido pedagógico en la formación de docentes de Secundaria. Piensan que el Máster que ahora se imparte para los titulados que quieren dedicarse a la docencia se queda muy corto y apenas garantiza prácticas supervisadas.
También, el Consejo Escolar trasladó hace un año al ministro de Educación, José Ignacio Wert, las conclusiones de un documento sobre la selección de profesores en el que se pedía endurecer los criterios para formar y escoger a los docentes, apoyándose en la tesis de que los mejores sistemas educativos del mundo son los que cuentan con profesores más capacitados, tras superar pruebas muy exigentes
También, la plataforma mayoritaria de padres opina que España debería fijarse más en Finlandia cuando se habla del profesorado. Allí, el docente supera una dura carrera académica por la que se exige matrícula y es la profesión más reconocida, por delante de médicos o juristas.
La última voz en sumarse a cambios en la formación y la selección de los docentes ha sido Ignacio González, que plantea para los estudios de Magisterio dar más peso a las asignaturas de lengua, matemáticas, inglés y ciencias.
En cuanto a los salarios, un maestro de primaria gana inicialmente unos 27.307 euros, más que un docente del mismo nivel en Francia, Italia, Finlandia, Noruega, Suecia o Japón. En Secundaria, los ingresos son de unos 30.627 euros y superan, además, a la retribución en Los Países Bajos o y EEUU.
Un boom de titulaciones sin resultados
En España no existe el fenómeno de importar universidades extranjeras para adquirir conocimiento, aunque los centros académicos establecen cada vez más lazos con centros de fuera para compartir conocimiento y experiencia. Por ejemplo, la Universidad Complutense tiene acuerdos de colaboración con más de 170 centros universitarios extranjeros, como la Universidad de California, la de Shangai o El Cairo.
El modelo universitario español se caracteriza por un exceso de titulaciones y gran número de universidades. Se ofrecen más de 10.000 titulaciones en 83 universidades, de las que medio centenar son públicas. En 370 enseñanzas hay aulas de solo 20 alumnos. Además, mientras la oferta ha crecido en un 43% en los últimos años, los alumnos se han reducido un 15%.