Tan solo 13 días faltan para que cimiencen los exámenes de Selectividad. Las primeras en dar el pistoletazo de salida son Asturias, La Rioja, País Vasco y Navarra. Los nervios, la ansiedad y el estrés que se acumulan antes de los exámenes se añaden al problema de plazas cubiertas.
La directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes y psicóloga, Silvia Álava Sordo, asegura que no hay que pensar en ello sino que «lo primero es aprobar selectividad y sacar la mejor nota posible y una vez cumplido este objetivo, será cuando se gestione qué es lo que se va a hacer y ver si hay o no plazas, porque si se deja que entre la preocupación, puede llegar a interferir en la realización del examen, ponerse más nervioso y hacerlo peor».
Los atracones el día de antes son una locura
Álava destaca que la noche anterior al examen lo principal es dormir bien y no darse el atracón de última hora, ya que es fundamental de cara a hacer bien los exámenes. «Quedarse toda la noche sin dormir, es muy peligroso, porque puede tener el efecto contrario y hacer que te quedes en blanco en un examen. Dormir bien y respetar el horario de sueño y vigilia va a ser fundamental», señala.
También es recomendable realizar un ejercicio de relajación antes de acostarse. «Tumbarse en la cama, dejando el cuerpo como muerto, que se sienta como pesa el cuerpo e incluso imaginándose en algún sitio que guste y que sea relajante, como la imagen de la playa. Después que se visualicen haciendo el examen, haciéndolo bien, estando tranquilos y relajados, visualizando una nota positiva, pero realista», cuenta la directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes.
Nada de mirar los apuntes antes de entrar al examen
La psicóloga Silvia Álava aconseja evitar estudiar y repasar «compulsivamente» poco antes de examen. La memoria ya no va a retener más información y lo único que puede provocar es un bloqueo indeseado. Además, hay que partir del hecho de que se ha preparado el examen y que se llevan todas las partes bien estudiadas.
«Cuando se llega al examen se recomienda intentar no contagiarse del ambiente de histeria que se produce antes de entrar a la prueba. Hay veces que es mejor salir de ese ambiente, ir al baño y lavarse la cara con agua fría, o ir a la cafetería y despejarse un poco, y evitar que los nervios aumenten», continúa Álava.
También es bueno beber agua antes y durante el examen ya que hay estudios que relacionan el rendimiento cognitivo con una correcta hidratación. Por otro lado, «beber agua a sorbitos hace que el nivel de ansiedad pueda bajar porque evitamos la sensación de boca seca que se asocia con la misma», cuenta la directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes.
Si durante el examen el alumno se queda en blanco, que ¡no cunda el pánico! «Si hace falta, se cierran los ojos, respirar profundamente y beber si es posible agua. Saltarse la pregunta que no se sabe y pasar a la siguiente, y hacer el examen lo mejor posible. Es muy importante manejar también el mensaje que nos estamos dando y tiene que ser: »Yo puedo hacerlo. He aprobado exámenes muy difíciles, he aprobado bachiller que es un curso muy difícil, por lo que puedo aprobar la Selectividad»».
La respiración es clave para la relajación
Silvia Álava Sordo dice que es muy importante controlar el estado de nervios y el estado de ansiedad que muchas veces tiene el alumno. Algunas técnicas de relajación son las siguientes:
– La respiración, que «consiste en coger el aire por la nariz e inspirar despacio e intentar llevarlo hacia la zona del abdomen les puede ayudar mucho. Respirar despacio y hondo».
– También tener una visualización positiva, es decir, imaginarse haciendo el examen y haciéndolo bien, porque justamente la tendencia suele ser la contraria. Una imagen positiva, imaginándose aprobando y haciéndolo bien es un elemento que puede ser muy bueno y puede ser muy potente de cara a controlar bien los nervios y la ansiedad en el examen.