El Gobierno de Mariano Rajoy lleva menos de un mes en activo y la polémica ya está servida tras el anuncio de Montoro de que no descartan «modificar», es decir, subir, algunos impuestos especiales para cumplir con el objetivo de déficit que pide Bruselas.
El titular de Hacienda ha asegurado que descarta subidas en el IRPF y el IVA, los dos impuestos que más recaudan, pero dice que está explorando continuar con los cambios en el Impuesto de Sociedades y en impuestos como carburantes, alcohol o tabaco. Esta hipotética subida de impuestos sería una de las formas con las que el Gobierno pretende cumplir el objetivo del 3,1% de déficit que pide la Unión Europea.
Ciudadanos acepta la subida con reparos
La formación de Albert Rivera ha querido marcar distancias con esta decisión del Gobierno asegurando que su compromiso es no subir los impuestos a la clase media y trabajadora. Los socios de Gobierno del Partido Popular aun no tienen una postura fija, según ha explicado su portavoz económico, Vicente Ten.
Si el Gobierno decide subir hidrocarburos o tabaco el partido estará ahí para negociar, ha asegurado, aunque ha reconocido que será «muy duro» para algunos sectores como el transporte. «Nosotros ya cuadramos el presupuesto, ya dijimos de dónde se debían sacar esos 5.000 millones», ha insistido, refiriéndose a la reforma de la amnistía fiscal que fue clave en el pacto de investidura.
PSOE pide impuestos sobre la riqueza y Sociedades
El portavoz de Economía del PSOE, Pedro Saura, también se ha sumado a la polémica para asegurar que «sin una reforma fiscal previa y si no se hace pagar a la riqueza y al capital lo que tienen que pagar», esa subida de impuestos especiales no será apoyada por el PSOE.
Según el socialista, el Gobierno del PP «regaló 15.000 millones de euros a las rentas más altas en el último año y ahora quieren meterle la mano en el bolsillo a los españoles vía impuestos indirectos para recuperar ese regalo». «Y en esa dinámica no vamos a estar de acuerdo», ha avisado.
En concreto se ha referido a la reforma del impuesto de sociedades llevada a cabo en año electoral, que en teoría iba a permitir una recaudación de 13.000 millones en 2015 cuando la media europea está en 25.000 millones y en 2007 se recolectaban en España 42.000 millones. A su juicio, lo que se necesita una reforma estructural del Impuesto de Sociedades en vez de ir «parche sobre parche».
Y más allá de eso, ha llamado la atención sobre el hecho de que el PP se haya pasado un año prometiendo una rebaja de impuestos y que su primera medida en el Gobierno sea subir los impuestos especiales, que afectan a los bolsillos de los españoles. «Una vez más, en materia de impuestos el PP engaña a los españoles», ha resumido.