Invertir y no tener que pagar a Hacienda por los beneficios obtenidos. ¿Un sueño? Desde enero de 2015 Hacienda exime del pago de impuestos sobre los beneficios de un nuevo tipo de producto de ahorro, conocido como SIALP (o CIALP). Se trata de paquetes de ahorro a largo plazo en los que se puede meter hasta 5.000 euros al año. La rentabilidad actual ronda el 1%. La ventaja frente a cualquier otro paquete de inversión es que no pagan impuestos sobre ese 1%, aunque sí comisiones a la entidad aseguradora o banco que las emiten. El inconveniente: el coste de oportunidad – el dinero se inmoviliza durante cinco años o se pierden los beneficios: ¿y si para entonces hemos vuelto a buenas rentabilidades en los depósitos normales garantizados?
En enero de 2015 el Gobierno español quería incentivar que la gente sacara el dinero de sus cuentas corrientes y lo invirtiera. Cuando el cash se mueve, normalmente, se mueve la Economía.
Para ello “subvencionó” el ahorro a largo plazo: lanzó el Plan Ahorro Cinco, que exime del pago de impuestos sobre los beneficios que obtuvieran aquellos que metieran cada año hasta un máximo de esa cantidad y la mantuvieran en el producto cinco años sin sacarla.
La única condición que puso a los vendedores de estos productos, aseguradoras y bancos, es que al menos el 85% del total del dinero invertido estuviera “garantizado”; es decir, que si la empresa o valor se hunde, la aseguradora o el banco que comercializa el producto se compromete a hacer frente a, al menos, el 85% del “principal”. Es decir: son como un seguro y un producto de inversión a la vez.
A estos productos los llamaron SIALP cuando se trataba de seguros y CIALP cuando eran simples cuentas de ahorro. La diferencia es que los primeros, normalmente comercializados por aseguradoras como MAPFRE o AXA, pueden prolongarse más allá de la barrera de los cinco años, mientras que los segundos mueren en ese momento.
Un ejemplo práctico: Imagina que tienes 5.000 euros extras cada año y los quieres ahorrar, por ejemplo de cara a tu jubilación. Tus opciones son dejarlo en la cuenta corriente, para utilizarlo cuando lo necesites, o intentar sacarle algo de rentabilidad comprando algún producto de inversión.
Si lo dejas en un depósito, lo tienes garantizado al 100% por el Fondo de Garantía de Depósitos: pase lo que pase, este fondo te devuelve todo el capital, con el límite de 100.000 euros. Lo malo es que los tipos de interés que te ofrecerán probablemente estén por debajo del 1%. Mucha seguridad, poca rentabilidad.
Si quieres ganar más, tienes que empezar a jugártela en renta fija o variable, por ejemplo a través de productos que ofertan todos los bancos, con rentabilidades del 1%, 2%, 3%… En esos casos puedes perder una parte importante de lo invertido: si compras 1.000 euros del BBVA y se hunde hasta 500, los has perdido y punto.
Una especie de “producto intermedio” son los SIALP: puedes colocar 5.000 en el año uno, otros 5.000 en el dos, etc. Si la rentabilidad es del 2%, por ejemplo, tendrías 100 euros de beneficio en el primer año, y este sería libre de impuestos, al contrario que en los productos normales. Y así en los años siguientes.
Una forma de ahorrar para la jubilación
Estos productos están destinados, en parte, a incentivar el ahorro para la jubilación privado.
Un ejemplo práctico: Imagina que tienes 13.000 euros anuales que ahorrar de cara a tu jubilación. Hasta ahora puedes poner 10.000 en el plan de jubilación libres de impuestos sobre los beneficios (más bien a pagar en un futuro). Si lo deseas, puedes poner hasta un máximo de 8.000 en el plan de pensiones y coger otro producto, un SIALP, de 5.000 euros. La ventaja de este último es que no se te va a cobrar el, digamos, 20% sobre los beneficios.
Ojo: todos estos paquetes SIALP pueden parecer una buena opción ahora, en un entorno de retorno tendente a cero para sus “contrincantes”, los depósitos garantizados. Pero el coste de oportunidad puede ser alto: ¿y si en tres o cuatro años de pronto suben los retornos en estos depósitos? Estarías perdiendo dinero.
El “mordisco” de las aseguradoras a la banca
“Los bancos ahora no remuneran los depósitos correctamente, y hay una cantidad importante en depósitos no remunerados”, explica a TeInteresa José Beiras, agente de Nationale Nederlanden. “Por eso el gobierno saca este plan ahorro cinco. ¿Cómo puedo hacer para que la gente asuma un poco más de riesgos? Los bancos tienen atrapado todo ese dinero; las aseguradoras no, y por eso han comercializado estos SIALP de forma agresiva, para comerles a los bancos parte del pastel de depósitos”.
Rentabilidades estimadas, ejemplos
(Datos de Rankia)
SIALP Mapfre, garantiza el 100% del capital inicial. Ofrece un 1% de rentabilidad
SIALP Banco Popular: en función de que vayan aumentando los años (de 5 en 5) irá incrementando la rentabilidad en un 0,50%. La rentabilidad inicial bruta es el 1,90% (0,90% neto)
CIALP Banco Sabadell: 0,50% TAE
CIALP Bankia: 1% TAE
Definiciones básicas
Se puede tener uno, a elegir de: Cuenta Individual de Ahorro a Largo Plazo (CIALP) Seguro Individual de Ahorro a Largo Plazo (SIALP).
CIALP: Sólo puede durar cinco años. Hay que mantenerlo al menos cinco años. Se trata de un Contrato de Depósito que podrá estar relacionado con varios depósitos o contratos financieros, constituidos en la misma entidad y con rendimientos (siempre mobiliarios) integrados en la propia CIALP.
SIALP: Puede prolongarse indefinidamente. Hay que mantenerlo al menos cinco años. Contrato de Seguro Individual de Vida que cubre contingencia por fallecimiento y/o invalidez, en el que el propio contribuyente sea el tomador, asegurado, y beneficiario salvo para el caso de fallecimiento.