La devaluación salarial en España ha llegado al punto en el que ser mileurista se ha convertido en casi, “privilegio de los afortunados”.
Las cifras de la estadística del Mercado de Trabajo y pensiones publicada por la Agencia Tributaria son una radiografía del deterioro del mercado laboral. Los últimos datos publicados pertenecen a las declaraciones de los 16,6 millones de personas que trabajaban por cuenta ajena en 2013. De entre ellos, 5,7 millones habría cobrado menos de 645 euros al mes, es decir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o menos.
Es el 34% del total de trabajadores, su número ha ido aumentando con el paro. Los salarios ‘precarios’ no ha hecho más que aumentar con la crisis. Si retrocedemos un poco más en el tiempo, en 2009, vemos que aquellos que cobraban menos del salario mínimo interprofesional representaban el 30,4% del total de trabajadores por cuenta ajena. En 2008, eran el 27,8%.
Hace siete años, justo antes de la crisis, lo que preocupaba y recogían los datos era el aumento del “fenómeno mileurista” entre jóvenes preparados. Entonces, inquietaban cuestiones como su acceso a la vivienda en las grandes urbes. Paralelamente el entonces Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, reiteraba del peligro que suponía para la competitividad el aumento de sueldos por encima de la inflación.
Ahora, ser mileurista parece “un lujo”. En total, en 2013, 7,73 millones de trabajadores, el 46,4%, cobraron menos de 1.000 euros al mes. En ese grupo se incluyen los 2 millones que tuvieron un sueldo entre 565 y 970. En la siguiente franja, a partir de los mil euros netos, 2.224.493 trabajadores percibieron entre 13.551,3 y 18.068,4 euros anuales.
La estadística de la Agencia Tributaria pone de manifiesto el descenso del sueldo medio: de 19.113 euros, en 2011 y 2010; a 18.505 euros, en 2013.
El deterioro comenzó a registrarse con más fuerza a partir de 2010. En 2011, 5,6 millones de trabajadores del total de 18.024 cobraban menos de 6.603 euros anuales. Es decir entre 2011 y 2013 las cifras de ingresos “precarios” ha seguido aumentando, a pesar de los indicios de recuperación.
El coste de la vida sí que sube
El problema, para esos menos que mileuristas, es que el coste de la vida no ha descendido en la misma proporción. Entre 2007 y 2014, el IPC habría aumentado un 7,6%. El incremento del IVA ha frenado el impacto de una inflación más moderada y todo depende de los sectores en los que nos detengamos. Como señala Juan Antonio Maroto, catedrático de economía financiera de la Universidad Complutense de Madrid, las políticas comerciales de las grandes cadenas de producción, en las que se ha generalizado las campañas de 3×2, por ejemplo, hace dudar de un aumento real en productos de primera necesidad.
Eso en el supermercado, pero los gastos del hogar: energía, agua… no han dejado de crecer. Los datos estadísticos de Eurostat no dejan duda.
El precio del gas desde 2007 se ha encarecido cerca de un 30%, y el de la electricidad, a falta de contabilizar el año 2014, casi un 70%. Además, según la OCU, desde 2009 el precio del agua se habría incrementado un 25%. Superan, en conjunto el 40% de media.
El transporte urbano, según cálculos de RACC, habría aumentado entre 2011 y 2014; un promedio del 30%.
En el otro lado, el precio de los alquileres sí habría bajado, un 32,2% desde 2007, según “Fotocasa”.
Las familias recortan en “hoteles, cafés, restaurantes” y “ocio, espectáculos y cultura”
Lo que es evidente es que las familias se han visto abocadas a apretarse el cinturón. Como señala la encuesta de Presupuestos Familiares 2013 del INE, las familias han reducido su gasto medio desde 2008 hasta ahora. Mientras que han incrementado su gasto en “vivienda, agua, electricidad y combustibles”, desde 2008, del 27,3% al 33,1%.
Por el contrario, han reducido el gasto en transporte un 28,1%; en “hoteles, cafés y restaurantes”, un 26,8% y “ocio, espectáculos y cultura”, un 29,5%.