El anteproyecto de ley aprobado este viernes en el Consejo de Ministros se llama: de Apoyo a los Emprendedores. En él hay algunas ayudas a quienes se decidan a dar el paso y crear su propia empresa o actividad profesional. Entre ellas no será la menor la de permitir que paguen el IVA una vez hayan cobrado sus facturas. Una buena noticia. Hasta ahora se daba el curioso caso de que un autónomo que hubiera trabajado para una Administración Pública pagaba el IVA aunque él un hubiera cobrado aún. O sea, que el Gobierno le extraía un dinero por algo que en teoría debía haberle pagado ese mismo Gobierno, pero que no lo había hecho. Eso creaba un desequilibrio importante entre deudor y acreedor.
Otra medida que contiene el Anteproyecto es la simplificación de trámites administrativos para empezar un proyecto emprendedor. También busca eliminar la doble cotización a la Seguridad Social de quién trabajando como empleado a cuenta ajena se lanza a ser autónomo, etc.
Pero con ser importantes los apoyos, lo esencial no es el conjunto de ayudas. Ningún empresario monta su tinglado por las ayudas. Si lo hace sólo por eso fracasará. Lo monta porque tiene expectativas de beneficio.
Todos somos emprendedores
Lo realmente importante de esta ley es el mensaje que manda a la sociedad. Está diciendo a los buscadores de empleo (desempleados, empleados inquietos o simplemente inquietos), que se acabó el creer que el trabajo está ahí, esperando a que alguien lo ocupe. El mensaje es: si quiere trabajar, no le queda más remedio que crearse su trabajo. De manera que el efecto más eficaz de la Ley sería el despertar a los ciudadanos del sueño del trabajo por cuenta ajena.
No se trata sólo de que los jóvenes universitarios dejen de aspirar al funcionariado. Cualquier profesional que está ahora trabajando por cuenta de otro, o en una empresa, debe ser consciente de ello. Las empresas ya no son aquella de nuestros abuelos; no van desde la cuna hasta la tumba. En un mundo en constante transformación se crean, se desarrollan, se transforman y se destruyen a toda velocidad. El que ahora está pensando que tiene su vida laboral asegurada, está en un grave error.
En la vida profesional ahora hay que hacer como Penélope: tejer y destejer; estar realizando el trabajo actual, pensando en el que se va a hacer mañana, y preparando los posibles de pasado mañana. Todos tenemos que ser emprendedores.
El medio, el título del anteproyecto, es el mensaje
Por eso podemos decir que de este Anteproyecto mejor es su título; ese es el mensaje. Si se repite mucho en los Medios de Comunicación conseguirá crear un clima de emprendimiento general en el país. Ha acabado el tiempo en que se puede esperar que llegue el trabajo por el mero hecho de ser ciudadano. Ha llegado el tiempo en que cada ciudadano debe crear su trabajo, lo que contribuirá a crear el de los demás.
Se le puede pedir al Gobierno y las Administraciones Públicas que creen las condiciones para que se fomente el trabajo, el de los jóvenes por ejemplo. Pero ya se ha visto su eficacia, es inútil. Es el momento de ser Kenediano: no preguntes lo que la sociedad puede hacer por ti, discurre lo que puedes hacer por la sociedad.
Sea bienvenido Sr. Emprendedor.