La factura de la luz vuelve a subir. La organización de consumidores Facua calcula que desde enero hasta octubre, el recibo de un consumidor medio habría ascendido un 18,3%. Son unos 12,38 euros mensuales. Si lo comparamos con octubre de 2013, el aumento sería del 3,4% para aquellos que se encuentran en el denominado PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor), la anterior TUR. Así, con las tarifas vigentes, en enero de este año el usuario medio pagaba 67,62 euros, mientras que en octubre pasaría a pagar 80 euros, en igual consumo y condiciones.
Las organizaciones de consumidores atribuyen el incremento al nuevo sistema que fijó el Gobierno en primavera. “Lo que se hace ahora es fijar el precio dentro del mercado de producción y es un mercado con mucha alteración. Como hemos visto, la diferencia entre la factura de un mes y otro, puede llegar a ser de un 20% para un mismo hogar en igual consumo y condiciones. La volatilidad del precio a producción ha llegado a ser, algunos años, de una diferencia del 50%”, explica Jordi Castilla, Departamento jurídico de Facua.
El nuevo sistema de fijación de precios ya no depende de una subasta en la que intervenían agentes financieros y especuladores pero tampoco es perfecta. Su volatilidad depende de factores ambientales y del propio método de funcionamiento.
Con una demanda muy alta de consumo, el precio se dispara
“El precio a producción depende de forma directa de las energías que se utilizan y de la demanda. Cuanto mayor es la demanda más sube el precio. Si hay poca demanda las primeras energías que funcionan son las que suponen un menor coste energético (por ejemplo, eólicas). Al subir la demanda, comienzan a ofertarse energías con costes más altos y al concluir, el precio que se paga es aquel que se ha tasado el último”, explica Castilla.
Ya en septiembre, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) calificó de «sablazo» en el precio de la luz para los inscritos en la tarifa regulada (la PVPC) porque marcó el repunte más alto en los últimos cinco años. La subida, según la OCU en el último trimestre sería del 11% con respecto al trimestre anterior.
“Este nuevo sistema es impredecible y traslada estas turbulencias directamente a la factura de los consumidores que tienen contratada la tarifa regulada».
“El anterior sistema, el de subasta, era malo por su opacidad. Se estaba jugando en el mercado de futuros con el precio de la electricidad. Sin embargo, la solución actual no convence porque genera demasiada variación. El usuario nunca sabe el precio que pagará aunque gaste lo mismo. Es prácticamente imposible saber el precio al que estamos consumiendo. Es como ir a comprar manzanas y no saber el precio”, defiende Facua.
Así, el componente bien sea de una subasta o del mercado de producción, representa un 37.48% de la factura. El resto se reparte entre impuestos (21,38%) y peajes (41,14%).
Hasta el momento, el ministerio de Industria defiende que cuando terminemos el año, veremos un descenso mayor que en 2013 (-3,1%).