Las economías de Argentina y Venezuela se «deteriorarán aún más». Sin medias palabras, el Fondo Monetario Internacional advierte del panorama de «alta incertidumbre» que se cierne sobre ambos países.
Aún con sus diferencias, las economías de ambos países tienen puntos comunes: una fuerte intervención del Estado, un relajado control fiscal y un férreo control de cambio y de precios, y ahora enfrentan un huracán monetario e inflacionario.
Según el FMI, las economías de los dos países «continúan lidiando con difíciles condiciones de financiamiento externo y el impacto negativo de controles invasivos en la producción«.
Por eso espera que la actividad económica «se frene de forma marcada», aunque advierte que el panorama está sujeto a una «alta incertidumbre».
En ese marco, la institución rebajó sus predicciones para 2014, respecto a octubre, cuando realizó su última reunión semestral. Argentina, cuarta economía latinoamericana, deberá crecer 0,5%, mientras que Venezuela, principal productor de petróleo en la región, registrará una contracción del PIB de 0,5%.
Con todo, hay que señalar que el Fondo realiza sus cálculos sin poder hacer auditorías en esos países, con los cuales no tiene relaciones oficiales.
Venezuela, que cerró 2013 con una inflación de 56,3%, cifra sin precedentes en los 15 años del gobierno chavista y el mayor índice en América Latina, podría terminar este año en 50,7%, según el FMI.
Argentina, por su parte, registró un alza de precios en 2013 estimada en más del 25%, según las consultoras privadas. Para el Fondo, los controles «siguen pesando en la confianza».