El semanario británico The Economist ha llegado a la misma conclusión que el Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y otros tantos expertos: la única forma de salir de la crisis del euro es con una mayor unión de la eurozona.
Asegura esta semana que Europa ya sólo tiene dos opciones “separarse o super-Estado”, una elección de la que han “huido los líderes europeos”. Sin embargo, asegura The Economist, “los acreedores del norte de Europa, liderados por Alemania, no pagarán lo suficiente para asegurar la supervivencia del euro, y los deudores del sur de Europa cada vez están más resentidos con que los extranjeros les digan como deben gestionar sus vidas”. Para The Economist, la situación actual se ha convertido en una prueba para “60 años de integración europea”, y “sobre todo una prueba para Alemania”.
El artículo va más allá de la permanencia de Grecia en el euro, y asegura que para “eliminar el fantasma de la ruptura, se debe deben unir los recursos”, y apuesta por los Eurobonos para así compartir “la quemazón de la deuda”.
El artículo se pregunta “¿si merece la pena salvar al euro?”… y concluye que sí merece la pena. En caso contrario, el de ruptura del euro, incluso en el de una ruptura ordenada y pactada, dibuja un escenario catastrófico en el que se sucedería “una cascada de quiebras” en Europa, el fin del mercado único, y el ascenso de políticos populistas.
Además, afirma que para salir de la crisis no será suficiente la intervención del Banco Central Europeo aunque su papel es una de las claves. Según el artículo las políticas de crecimiento son necesarias, pero no serán suficientes para salir de la crisis, y el BCE deberá bajar además los tipos de interés.
Concluye que es mejor un buen rescate que la ruptura, y ve la crisis como la oportunidad para avanzar hacia un modelo de Estado federal, y dice que “para sobrevivir Europa debe ser más federal, la pregunta es cuánto más”.