El Tesoro ha vuelto a conseguir colocar el máximo previsto y reducir los intereses. Hoy tocaban letras a tres y seis meses, la demanda ha sido muy fuerte, ha multiplicado por seis la oferta: 14.833 millones.
En definitiva, se han colocado 2.500 millones, reduciendo casi un tercio los intereses que paga.
Se han adjudicado 1.736 millones en letras a 3 meses con unos intereses de 0,44%. Un tercio menos que el 1,33% de la subasta anterior de este tipo de letras.
En las letras a 6 meses, le ha ido aún mejor. Ha colocado 764 millones de euros al 0,78%. Una reducción considerable frente al 1,9% de la puja precedente.
La semana pasada recurrió dos veces a la subasta de deuda, y ambas también consiguió colocar el máximo previsto. La última vez que el Tesoro emitió letras lo hizo el pasado 24 de enero. Colocó 2.506 millones, por encima de sus expectativas, y a tipos más bajos.
El Tesoro ha cerrado satisfactoriamente todas las emisiones de 2012 al colocar en todas ellas el máximo previsto e incluso superar sus propios objetivos y, generalmente, a tipos más bajos que en las subastas anteriores.
En concreto, el organismo logró rebajar el interés en ocho emisiones consecutivas, racha que rompió el pasado jueves en la emisión de bonos y obligaciones en la que pudo vender dos referencias a un interés menor, pero se vio obligado a subir los tipos de los bonos a tres años.
El Tesoro ha emitido ya más de 33.000 millones de euros en lo que va de año, lo que supone más del 38% de los 86.000 millones de euros brutos que espera colocar en deuda a medio y largo plazo a lo largo de 2012. La emisión neta, por su parte, se situará en 36.000 millones de euros, frente a los 48.000 millones de 2011.
El resultado de las subastas dejan latente que los mercados dan más importancia a las reformas que ha planteado el Gobierno de Mariano Rajoy que a las últimas rebajas de las agencias de calificación. La semana pasada, Moody»s rebajó la nota de España.
Además, la prima de riesgo se ha moderado al entorno de los 320 puntos a la de un inminente acuerdo para desbloquear el segundo rescate griego de 130.000 millones de euros, con el fin de evitar así la quiebra del país heleno y su salida de la eurozona.