La cadena de valor del tabaco, desde el cultivo al punto de venta, generó un impacto económico de 3.200 millones de euros de valor añadido bruto en la economía española en 2017, lo que representa el 0,3% del PIB español.
Según el último informe ‘La importancia del sector del tabaco en la economía española 2017’ elaborado para la Mesa del Tabaco por Analistas Financieros Internacionales (AFI) con la colaboración de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), el efecto arrastre del sector multiplica por 2,1 cada euro de valor añadido bruto directo.
El tabaco es además el quinto mayor contribuyente del Estado con una recaudación fiscal que suma unos 9.000 millones de euros al año, el equivalente al 5% del total de los ingresos del Estado y al 34% de los impuestos especiales, y es el producto de consumo con mayor carga fiscal en España.
Según el informe, este sector empleó el año pasado en su conjunto a cerca de 50.000 personas en España de manera directa, indirecta e inducida, de las que un 60% están relacionadas con la venta minorista de tabaco en los estancos.
En concreto, los 13.286 estancos existentes en España aportaron un total de 29.800 empleos dentro del sector del tabaco.
Destacan también los casi 3.400 empleos originados en el cultivo de hoja de tabaco e industria de primera transformación en Extremadura, donde se concentra el 97% de la producción agrícola tabaquera.
De media, cada empleo directo en el sector genera 2,6 empleos indirectos e inducidos a lo largo de la cadena de valor. Así, cada puesto de trabajo en el ámbito de la fabricación genera cinco empleos indirectos o inducidos, mientras que en distribución se crean 3,1 indirectos e inducidos.
En esta edición, AFI ha revisado la metodología para la cuantificación del empleo del sector y ha contabilizado únicamente el empleo a jornada completa. En términos comparativos con el informe del año 2015 (es decir, usando la misma metodología del estudio), el empleo del sector del tabaco habría descendido un 3%, hasta 58.900 personas. Este comportamiento responde a un conjunto de factores, entre los que destacan, una normativa cada más restrictiva para la actividad del tabaco.
España es el tercer país productor de hoja de tabaco en la Unión Europea. En los últimos años, el cultivo de tabaco ha liderado las exportaciones cacereñas. En la actualidad, en Canarias se concentra el grueso de la fabricación de tabaco en España y es una “actividad estratégica”, según la Mesa del Tabaco. En 2016, el valor de la producción de la industria tabaquera canaria ascendió a 358 millones de euros y generó 3.500 puestos de trabajo directos (temporales e indefinidos).