El precio de la electricidad, señaló, parte de «una referencia total del mercado» y es fruto de sus cotizaciones. En concreto, corresponde a la evolución media de precios del mercado a plazo durante los seis meses previos a la subasta.
Soria realizó estas consideraciones durante su comparecencia en la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Senado, en la que hizo además una relación temporal de los acontecimientos en el sector eléctrico previos a la subasta Cesur.
Entre ellos, citó una reunión el 28 de noviembre con las compañías eléctricas «para comunicarles la decisión del Gobierno de no proceder a la transferencia de lo establecido» en la ley en la que se recogía un crédito extraordinario de 2.200 millones de dinero público destinado a la tarifa eléctrica.
Posteriormente, continuó el ministro, Industria remitió el 10 de diciembre una comunicación a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que «proceda al análisis de los precios que se estaban observando». El procedimiento informativo abierto por el regulador aún no se ha cerrado, indicó.
Soria aludió además a las circunstancias que contribuyeron a la escalada de precios en el »pool» en diciembre, entre ellas la menor disponibilidad de centrales, la mayor demanda o las condiciones anticiclónicas.
Estos factores apuntaban a una subida final de la tarifa como consecuencia del aumento del coste de la energía «de entre el 5% y el 6%». «No había ninguna previsión de que el resultado de la subasta pudiera llegar al 10,5%», afirmó.
Finalmente, señaló, se produjo durante la subasta «un nivel de competencia inferior al requerido». Por este motivo, el Gobierno invalidó la puja y trabaja ahora en un nuevo sistema de precios, para cuya elaboración «está hablando con todas las partes, empresas, eléctricas, operadores financieros y comercializadoras incluidos», señaló.