Algunos lo han calificado como de iconoclasta, pero lo cierto es que en base a los resultados, la política económica puesta en marcha desde hace cinco meses por el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, es un éxito. Desde el mes de diciembre, el Nikkei, el índice bursátil de referencia, el Nikkei ya se ha revalorizado un 45%.
Abe anunció el jueves sus primeros resultados trimestrales de crecimiento: un 0,9% trimestral y un 3,5% anual. Una tasa superior a la del resto de los socios del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia y Reino Unido).
Abe llegó a finales de 2012 al poder con una economía al borde de la recesión y ha conseguido darle la vuelta en un tiempo récord. La receta, vista desde fuera por los gurús de la austeridad daba miedo, pero de momento funciona.
Abe, ha adoptado una política monetaria laxista que ha inundado el mercado de yenes y ha rebajado el valor de la moneda nacional un 20%. Un descenso que ha estimulado las exportaciones.
Además y a pesar de la enorme deuda del país, Abe no duda en relanzar la inversión Estatal.
Al final, el resultado obtenido es lo que sus predecesores lucharon por conseguir sin ningún éxito. Abe también ha conseguido sembrar la confianza de los ciudadanos de manera que la otra clave de la recuperación ha sido la reactivación del consumo interno. Los japoneses han comenzado a gastar más, vuelven a creen en el milagro del ‘país del sol naciente’.