“América no dejará, ni debería, dejar de espiar. Pero unos objetivos más claros y una mejor supervisión son necesarios para restaurar la confianza”, así ve el semanario The Economist el escándalo del espionaje estadounidense.
Señala que Estados Unidos “ha sido pillado en dos tipos de espionaje en Europa, que parecen terribles”. Primero, el ‘pinchazo’ a los teléfonos móviles de 35 líderes, uno de ellos, el de la Canciller alemana, Angela Merkel. Después, el registro de datos de miles de comunicaciones de ciudadanos europeos. “Por su propio bien, la NSA (la Agencia de Seguridad Nacional Estadounidense) necesita empezar de nuevo, con nuevos líderes y la supervisión adecuada”, subraya el artículo, que también señala que “algunas de las pruebas reveladas por Snowden fueron radicalmente malinterpretadas”. Como ejemplo, The Economist subraya que muchos datos fueron tomados por espías europeos y luego, transmitidos a la NSA con el objetivo de proteger Occidente del terrorismo islamista.
Cómo se financia la piratería somalí
Pero más difícil que ‘pinchar’ teléfonos, es seguir el rastro de la “economía pirata”. El semanario adelanta el contenido de un informe realizado conjuntamente por el Banco Mundial, Naciones Unidas e Interpol y que se publicará el lunes 4 de noviembre. Y es que, como señala The Economist, “la piratería sigue siendo una preocupación para los barcos que pasan por el Cuerno de África, a pesar de que el número de incidentes ha caído en picado desde 2011, cuando la protección armada se reforzó a bordo de muchos buques de gran tamaño”.
Se estima que entre 2005 y 2012, se pagaron en rescates en la costa de Somalia, entre 250 y 305 millones de euros. Los “piratas ordinarios”, generalmente reciben entre 22.000 y 55.000 euros cada uno, con una prima de hasta 7.000 euros si traen su propia arma o escalera.
Además, como recoge The Economist consumen Qat “a crédito”. La hoja de Qat, es una planta narcótica. Su consumo en el barco, se registra y, cuando se cobra el rescate, cada pirata recibe su parte, menos lo que consume . Otras deducciones del rescate son los alimentos y multas por “mal comportamiento”. Así, “algunos piratas tendrían dificultades para retirarse porque terminan con un saldo negativo al final de un secuestro”.
El informe también radiografía como el dinero de los rescates llega a las comunidades somalíes. “Los pagos a proxenetas y abogados”, por ejemplo. O que los piratas pagan un impuesto del 20% al Shabab , un grupo rebelde islamista vinculado a Al- Qaeda.
El informe identifica Kenya y los Emiratos Árabes Unidos ( EAU) como los principales puntos de tránsito y destino final para la mayor parte del botín. Y al final, un tercio de los ‘beneficios’ de la piratería’ se invierten en la creación de milicias, extremistas religiosos o ganar influencia política.
Elecciones en la República Checa: ¿Emerge un nuevo Berlusconi?
The Economist también se ocupa de las últimas elecciones en Chequia, el pasado 25 y 26 de octubre, y el surgimiento de una nueva figura: Andrej Babis. Se trata del segundo hombre más rico del país que ha emergido como “el verdadero ganador de las elecciones”. Y es que su partido (ANO), ha cosechado un mayor respaldo del esperado. Por eso, y aunque los socialistas han ganado las elecciones, son según The Economist, “los perdedores de facto”. La población ha canalizado su enfado ante un rosario de escándalos de corrupción, optando por el populismo de Babis.
China: una apuesta por el campo
El 9 de noviembre comienza la reunión anual del Partido Comunista de China. Por tercera vez desde que fue nombrado presidente del país, Xi Jinping, se reunirán los 205 miembros del Comité Central Comunista. Según The Economist, “será tan secreto como siempre”, y “pasarán meses e incluso años hasta que se aclare que ha sido lo más importante de la reunión”. Sin embargo, Jinping, “ha asegurado a los líderes extranjeros que la próxima sesión será la más importante para China desde 1978”. El semanario británico asegura que existen dos áreas que necesitan atención y reformas urgentes. Son las empresas estatales y “el campo, donde los agricultores siguen careciendo de derechos firmes sobre sus tierras” y representan todavía, a la mitad de la población. El problema es importante porque mientras la población urbana se conforma de nuevos propietarios, “gracias a la ley de privatización de suelo urbano de 1990”, en el campo, los agricultores no pueden “vender sus tierras o sus casas”. “Dar a los granjeros plenos derechos sobre sus tierras y sus casas tendría un efecto enormemente positivo”, concluye The Economist que se pregunta si Jinping podrá derrotar a aquellos que se oponen a este cambio.
La misión India a Marte
Y con el rival chino en mente, la India prepara su primera ‘misión a Marte’. Según explica The Economist, India ha comenzado una carrera espacial en la que quiere superar a China y alcanzar a Estados Unidos. El 5 de noviembre, lanzará un cohete que debe colocarse en la órbita de Marte. El objetivo, de momento, es realizar una investigación científica y buscar metano en la atmosfera marciana. Pero los dirigentes indios, lo que tienen en mente, en última instancia es enviar al espacio, su primer cosmonauta para 2016.
El cerebro del perro sorprendentemente parecido al humano
El semanario también se ocupa de otro tipo de ciencia, ‘más terrenal’: el significado de ‘mover la cola’ para un perro. Así, “para los perros , la izquierda ya la derecha indican cosas diferentes (…) menean la cola a la derecha cuando ven algo agradable, como su amado dueño humano, y hacia la izquierda cuando ven algo desagradable, como un perro dominante desconocido”, resume el artículo. Señales que según las investigaciones, los otros perros saben interpretar.
Un comportamiento que más allá de la anécdota sugiere que al igual que el cerebro humano, el canino, también tiene una “especialización lateral”. “Las señales nerviosas para la izquierda y la derecha”, que se activan por diferentes emociones demuestra que las dos mitades del cerebro del perro trabajan en distintos sentidos, igual que los humanos.