La presión de las cifras económicas, la caída de ventas, la apuesta por la producción en otras zonas geográficas, una combinación de causas han logrado que Renault obtenga el compromiso suficiente, desde los representantes de los trabajadores, para que en breve, la compañía realice oficialmente el anuncio de ‘acuerdo de competitividad’.
La dirección del grupo automovilístico, se mantiene prudente. Asegura que no reaccionará oficialmente hasta que no se hayan pronunciado el resto de los sindicatos, aunque por ley, con un 30% del visto bueno sindical, le bastara.
Básicamente se congelan salarios y aumentan las horas de trabajo, a cambio de no cerrar fábricas hasta el 2016. Así, el 45% de la representación sindical ha aprobado un aumento del 6,5 % del tiempo de trabajo y la congelación salarial este año y los dos próximos. El convenio consta de:
- Incentivo a la movilidad entre fábricas. La movilidad de los trabajadores entre las diversas plantas del grupo del rombo en Francia en función de las necesidades productivas se hará en principio sobre una base voluntaria.
- Congelación salarial. En concreto, habrá negociaciones cada año para «tener en cuenta la realidad de la situación de la empresa y el entorno económico».
- No se reemplazará al personal que se jubile. El dispositivo para reducción de la plantilla en 7.500 personas hasta 2016 se hará efectivo mediante la no sustitución de jubilaciones, para lo cual se amplía la posibilidad de retirarse a los que tengan 58 años (e incluso 57 si empezaron a trabajar muy jóvenes o tienen algún tipo de minusvalía).
En contrapartida, Renault, además de comprometerse a no cerrar ninguna factoría en Francia al menos hasta finales de 2016, también debería incrementar la producción de vehículos en el país. El año pasado salieron 532.000 automóviles de las cadenas de montaje francesas, cifra que la marca del rombo quiere aumentar a 710.000 ó 720.000 anuales. Además, su dirigente, Carlos Ghosn, renunciará al 30% de su salario variable, unos 430.000 euros, aunque mantiene su fijo: 1 millón de euros desde Renault y 10 millones de Nissan.