El líder de la mayoría demócrata del Senado de EE.UU., Harry Reid, dijo hoy que si no se logra un acuerdo lo antes posible para elevar el techo de endeudamiento las agencias de calificación podrían rebajar la nota de la primera economía esta misma noche.
Reid alertó en el pleno de la cámara alta de que «la agencias de calificación están hablando ya de rebajar la calidad de la deuda estadounidense esta misma noche».
En agosto de 2011, la agencia Standard & Poor’s rebajó por primera vez en su historia la calificación de EE.UU. de AAA, la más alta, a AA+, un nivel por debajo, debido al desacuerdo hasta última hora para elevar el techo de endeudamiento ese verano.
S&P citó como causas de su rebaja «la parálisis política que muestra que la gobernabilidad y el proceso político en Estados Unidos se ha vuelto menos estable, menos efectivo y menos predecible».
Estados Unidos se enfrenta a una crisis aún peor si el Congreso no eleva el techo de deuda antes del 17 de octubre, cuando el Tesoro ha dicho que podría quedarse sin fondos para pagar sus obligaciones, entre ellas los intereses a inversores.
Las bolsas, que se habían mostrado confiadas en que Washington alcanzará una solución que evite la suspensión de pagos, se mantienen hoy a la baja ante las dudas sobre el acuerdo.
Reid recordó que el plazo para elevar el límite de deuda «está al caer», al tiempo que criticó las discusiones en la Cámara de Representantes por no ajustarse a los puntos en los que el Senado busca un acuerdo bipartidista, de republicanos y demócratas.
La Casa Blanca ya avanzó hoy que el plan que estudian los republicanos en la Cámara de Representantes es «inaceptable» porque incluye las condiciones de la facción ultraconservadora del «Tea Party», y por considerar que exige un «rescate» para elevar el techo de deuda que evite una suspensión de pagos.
El Gobierno, sin embargo, ve positivamente las negociaciones de demócratas y republicanos en el Senado para acordar una propuesta bipartidista «de buena fe» que ponga fin a la parálisis, a la que se suma desde inicios del mes el cierre parcial de la Administración por los desacuerdos presupuestarios y en gasto social.