Un total de 28 universitarias han participado esta semana en el Indra Hack Day, un evento organizado por la empresa de tecnología y consultoría en el que estas jóvenes han ideado soluciones revolucionarias basadas en tecnologías en áreas como las ciudades, el medioambiente, la salud o la educación.
De esta manera, Indra celebró el pasado 22 de marzo su propio día de la mujer congregando en las aulas de formación de la compañía a 28 estudiantes de 3º, 4º y máster de diferentes ingenierías y de carreras como Estadística o UX (Experiencia de Usuario) con el reto común de aportar ideas disruptivas basadas en tecnología que pudieran contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la ONU.
Estas jóvenes no han estado solas en su empeño, ya que han formado equipos junto a profesionales jóvenes y expertas de Indra; han participado en diferentes talleres sobre ‘brainstorming’, ‘visual thinking’ o ‘storytelling’; y han conocido de la mano de profesionales de Indra cómo se aborda en una gran compañía la innovación o el compromiso con los ODS.
El resultado del Indra Hack Day ha sido «impresionante» según el jurado, que ha estado formado por la directora general de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), Paloma Domingo; la directora del proyecto Mujer e Ingeniería de la RAI, Sara Gómez; y el director de Innovación y Estrategia de Indra, Manuel Ausaverri.
Los tres se mostraron sorprendidos con la originalidad y calidad de las propuestas, muy enfocadas a los objetivos perseguidos, y conseguidas en un solo día de trabajo por estas jóvenes, muchas de universidades madrileñas, pero también de ciudades como Valladolid, Granada o Valencia.
IDEA GANADORA
La idea ganadora fue Smart Loss, una aplicación para localizar personas, animales u objetos extraviados mediante pequeñas pegatinas Beacon, basadas en tecnología bluetooth, que se adhieren a aquello que no queremos perder.
La app permite ver objetos perdidos cerca de nosotros o los dispositivos que llevan personas, perros u objetos, de forma que cualquier persona con la aplicación que detecte el objeto perdido puede avisar al instante de que lo ha encontrado.
La aplicación fomenta las relaciones y propicia la seguridad, creando una red colaborativa para hacer las smart cities más seguras. Además, utiliza la gamificación y permite ofrecer recompensas en forma de descuentos, entradas, etc.
«El Hack Day nos ha dado la oportunidad de pensar ‘outside the box’, sin límites. Y poder hablar con profesionales de Indra con mucha experiencia y responsabilidad para que nos dieran su impresión y apoyo, también nos ha aportado mucho», explicó el equipo ganador tras recibir su premio de 1.000 euros para cada integrante.
Asimismo, una de las componentes del equipo ganador confesó que antes de participar no se veía muy innovadora, pero subrayó que le habían puesto en «un equipo muy bueno», lo que le ha dado confianza y le ha permitido experimentar que la innovación «es posible en cualquiera».
Según Manuel Ausaverri, ese era uno de los objetivos del Hack Day, hacer ver a las participantes que la tecnología tiene un gran poder transformador y que las mujeres y la visión femenina de los problemas también lo tienen. «Sois el futuro y podéis hacerlo mucho mejor que nosotros», señaló.
OTRAS PROPUESTAS
Entre las ideas propuestas estaban también una micro-red de energía limpia compartida para facilitar el préstamo de energía entre viviendas con autoconsumo interconectadas o un dispositivo para alfombras, baldosas o calzadas que convierte la energía mecánica que generan coches, personas y máquinas al moverse en energía eléctrica.
Además, se propuso una aplicación que mediante gamificación contribuye al ahorro de agua en países desarrollados y convierte ese ahorro en donaciones a ONGs que llevan agua potable a zonas sin infraestructura, así como un microchip subcutáneo que mide niveles hormonales en sangre y, mediante una aplicación, informa del mejor momento para la concepción y de cuándo se consigue el embarazo.
Extender la educación digital a los países desarrollados llevando energía y conectividad mediante el uso de baterías de vehículos desechadas como acumuladores recargables con energías renovables y una aplicación para dar a conocer la huella de carbono de las empresas relacionadas con el sector automovilístico para que los consumidores puedan elegir las más sostenibles, fueron otras de las ideas disruptivas propuestas por las jóvenes.
EXPERIENCIA INOLVIDABLE
El Hack Day comenzó con palabras alentadoras para las universitarias: «¡Queremos que las mujeres en Indra sean muchas más! Aquí no venimos a competir, venimos todos a aprender. ¡No tengáis miedo a decir burradas! Participar en este Hack Day ya supone un valor diferencial en vosotras y es digno de admirar».
Todas las participantes aseguraron que la experiencia terminó mostrándose «enriquecedora» y para muchas jóvenes la mezcla de perfiles, el trabajo en equipo y la metodología eminentemente práctica del evento fue lo mejor. «Ser escuchada, tener todo el día para pensar y abrir la mente está genial. Me ha creado nuevas inquietudes, la verdad», señaló una de ellas al finalizar la jornada.
La gerente de ciberseguridad de Indra, Eva Oter, subrayó que el Hack Day es una «iniciativa fantástica» porque acerca el mundo de la empresa a las jóvenes universitarias. «Ha sido una experiencia enriquecedora para ambas partes, porque las universitarias aprenden de nosotras y, a la vez, nosotras también de ellas, porque tienen grandes ideas, muchas ganas de contribuir a la sociedad y son muy imaginativas y colaboradoras», agregó.
Por su parte, la gerente en el mercado de Energía de Indra, María López, destacó que ha sido una «puerta abierta» para que las universitarias puedan ver que muchas mujeres trabajan en tecnología y hacen cosas muy interesantes, mientras que la responsable de Soluciones de Educación, Carolina Morera, explicó que «solo ha habido que liderarles un poco para que sus ideas explotaran y empezaran a aparecer».
La júnior de Indra Laura Hernández calificó esta iniciativa como una experiencia «estupenda» para las chicas, que estudian carreras muy difíciles y que les puede motivar para seguir estudiando «al conocer el mundo profesional lleno de oportunidades que les espera». «Me gusta que Indra se abra, que evolucione y que no seamos tan formales», añadió Fátima Domínguez, que lleva un año trabajando en la compañía.
Por su parte, el jurado se mostró igualmente entusiasmado. «Entre todas tenemos que crear una gran comunidad y evangelizar para que las niñas y jóvenes apuesten por la ingeniería y la tecnología, uno de los vectores más importantes que mueven el mundo», destacó Sara Gómez.
Las palabras de una de las universitarias fueron el mejor colofón para la jornada. «Es una experiencia diferente poder hablar de temas tecnológicos con mujeres, que me entienden. Me gusta ver tanta ingeniera junta, nuestras ganas de hacer cosas y que salgamos con la autoestima alta para hacer que nos escuchen. Que pongan las calles, que vamos a pasar», subrayó.