Henkell también ha firmado un acuerdo de cooperación internacional con las dos partes de la familia que conservan el resto de las acciones de Freixenet, José Ferrer Sala y José Luís Bonet Ferrer, con el que las dos compañías pretenden unir fuerzas y «convertirse en el líder mundial del sector de los vinos espumosos».
«Freixenet es líder mundial en el sector del cava y Henkell cuenta con la marca Mionetto, líder del mercado Prosecco, y con Henkell Trocken, el vino espumoso más exportado de Alemania», han detallado.
El objetivo del acuerdo de cooperación es «abrir nuevos mercados y canales de distribución que permitan ampliar la presencia internacional de las dos compañías» y contribuir a su crecimiento sostenible.
El presidente de Freixenet S.A., José Luis Bonet Ferrer, ha declarado que en Henkell han encontrado «a un socio con una fuerte visión de futuro» que ayudará a fortalecer la productora de cava manteniendo su identidad y tradición con mayor presencia internacional.
El socio de Dr. August Oetker KG, Dr. Albert Christmann, ha comentado que continúan con la expansión de sus áreas de negocio y que la adquisición de Freixenet refuerza su posición en el mercado internacional de la división de vinos espumosos, vinos y licores, a la vez que permitirá construir «la base para un crecimiento sostenible de este negocio».
El CEO de Henkell & Co., Dr. Andreas Brokemper, ha indicado que ambas empresas tienen la misma visión emprendedora y que juntos pueden ofrecer sus clientes «una más amplia experiencia internacional y un surtido único de marcas de primera calidad».
Freixenet y Henkell confirmarán los detalles de la cooperación más adelante, ya que la adquisición de las acciones está sujeta a su aprobación por la Autoridad Europea de la Competencia, han informado.
OPERACIÓN DE 220 MILLONES
Henkell se convierte en socio mayoritario de Freixenet, al hacerse con el 50,7% del capital, tras pagar cerca de unos 220 millones de euros, con lo que el grupo alemán valora la compañía catalana en algo menos de 440 millones, por debajo de los 500 millones iniciales, ya que el precio estaba condicionado al resultado de unas auditorías, según publicó ‘La Vanguardia’.
El grupo alemán contó desde el primer momento con el visto bueno de la familia Hevia-Ferrer, que ostenta el 29% de las acciones; posteriormente se sumaron los hermanos Eudald y Pere Bonet, que tienen el control del 14,5% del capital, y finalmente Pilar Bonet, propietaria de un 7,25%.
Por su parte, el presidente de honor de Freixenet, José Ferrer, primer accionista con el 42% del capital, y Josep Lluís Bonet, actual presidente del grupo cavista, han decidido por el momento no vender sus acciones, si bien el acuerdo de compraventa incluye un acuerdo para la adquisición futura a un precio determinado de las acciones de las ramas que ahora optan por no vender.
Según el rotativo, el consejo de Freixenet experimentará cambios con la incorporación de tres representantes de Henkell, que asumirán también la gestión financiera, de la producción y de la distribución comercial, y continuarán dos representantes de las familias que mantienen acciones, José María y Pedro Ferrer, mientras que Josep Lluís Bonet asumiría el cargo de presidente de honor.