El Consejo General del Economistas considera “imprescindible” impulsar criterios objetivos de evaluación de proyectos para evitar “inversiones ineficientes” en un contexto de alta dotación de infraestructuras, como es el caso de España.
Así lo recoge en el último número de su revista ‘3CONOMI4’, en la que se analiza el actual modelo de infraestructuras del transporte en España y se recuerda que desde la segunda mitad de la década de los 80 la inversión en transporte inicia una etapa de crecimiento que se intensificará entre 1997 y 2009, alcanzando un stock de infraestructuras similar al de los países europeos más avanzados.
Además, los economistas apuntan que hay un “sesgo excesivo hacia las infraestructuras de altas prestaciones, como son las autopistas y los trenes de alta velocidad”.
Los expertos consultados por el Consejo coinciden en criticar, por ejemplo, que las decisiones de inversión “no se han fundamentado en criterios de rentabilidad social” y en denunciar “la falta de atención al diseño de un marco institucional y de regulación que garantice su funcionamiento eficiente”.
En relación con el ferrocarril, los expertos apuntan que la liberalización del sector tendrá “efectos positivos” en la eficiencia, sólo si las medidas legislativas van acompañadas de un diseño institucional que incentive la competencia, ya que, a pesar de la liberalización, la persistencia de barreras a la entrada de la competencia impide su desarrollo, informó el Consejo en un comunicado.
Entre las conclusiones del análisis se encuentra la necesidad de “evaluar cuál es el coste de oportunidad en términos de eficiencia de aquellas inversiones que se defiende por razones de equilibrio territorial”.
Además, se apunta que es posible conseguir ganancias de eficiencia a partir de cambios en el diseño institucional y regulatorio y que hay que “racionalizar” los criterios de financiación de los distintos modos de transporte.