El ejército de Reino Unido se ha caracterizado siempre por su talante innovador y su espíritu tecnológico. Desde el departamento de Defensa británica llega ahora un nuevo avance que podría dejar obsoleta a una de las innovaciones que revolucionaron el siglo XX.
Se trata de una “brújula cuántica” que no necesitaría satélites ni antenas, ni enviar ningún tipo de información al espacio. Su uso se orienta justo en la dirección opuesta, el interior de la Tierra y sus campos magnéticos. Usuaría las fluctuaciones de éstas zonas para poder rastrear señales y ubicar otros dispositivos, así como barcos, teléfonos móviles o aviones.
Los servicios de investigación física del ejército británico continúan trabajando en este innovador proyecto, pero habría que esperar entre 3 y 5 años para que llegue su uso.
Es más preciso y menos aparatoso
Una de las ventajas de esta »brújula cuántica» sería que no necesita de costosas infraestructuras en el espacio, como por ejemplo el Programa Europeo, financiado por la Agencia Espacial Europea, por lo que los costes para la transmisión de datos y conseguir ubicaciones en cualquier parte del mundo, podrían reducirse cuantiosamente.
Una segunda ventaja de esta tecnología es su mayor precisión. Los GPS se ven limitados en algunos casos, como por ejemplo cuando un submarino se sumerje bajo el agua. En estos casos la actual tecnología tiene un margen de error de más de un kilómetro. Esta distancia se reduciría a un metro con la tecnología proveniente de Gran Bretaña. Incluso los GPS más sofisticados tenddrían fallos que serían fácilmente resueltos por la tecnología cuántica.
Por último, además de su fiabilidad, los expertos ponen el acento en un tercer avance, la seguridad. Estados Unidos ya advertido que el sistema GPS, la navegación por satélite más utilizada, es extremadamente vulnerable a una interrupción deliberada o un ataque. A día de hoy no existen interferencias que pudiesen alterar su funcionamiento. Los ataques o manipulaciones humanas no tendrían efecto. Tampoco las perturbaciones meteorológicas.
Podría tener aplicaciones civiles
El Reino Unido es pionero en las investigaciones relacionadas con este tipo de tecnología. El Gobierno británico ya ha invertido 250 millones de libras. Nokia, Hitachi y Toshiba, ya han establecido allí, laboratorios de investigación cuántica.
La razón es que la tecnología cuántica ya se usa en algunos relojes, que ofrecen una precisión inalcanzable hasta ahora. No se retrasan ni un segundo durante miles de años. Las funciones de esta moderna brújula también podrían ser usadas para smartphones.
Pero para que esta brújula, que tendría forma de microchip, llegue al público general habría que esperar bastante tiempo. Se estima que su aplicación militar no se producirá hasta dentro de 3 o 5 años. Hasta que llege al uso civil tardaría más.