Competitividad, valentía y talento humano son los rasgos destacados por varias «multilatinas», como se conoce a las multinacionales surgidas en Latinoamérica, para insertarse con éxito en el mundo, destacaron hoy sus directivos en un foro celebrado en Panamá.
«Iberoamericanos expandiendo a nuevos mercados» fue el título de la mesa de debate celebrada este jueves en el marco del IX Foro Empresarial Iberoamericano, que concluye mañana y se celebra de forma paralela a la XXIII Cumbre Iberoamericana del viernes y el sábado.
La mexicana Blanca Treviño, presidenta de la compañía de tecnologías de la información Softtek, con negocios en Estados Unidos y Brasil, entre otras naciones, destacó la importancia de encarar el reto de la globalización, más como «una oportunidad» que como «una amenaza».
En su sector «no existen barreras naturales en cuanto a la exportación e importación, sino de talento» y Latinoamérica tiene «un talento notable» y «la enorme posibilidad de convertirse en un jugador importante», remarcó.
Para Treviño, el desafío «tiene que ver con la educación» por la necesidad de tener «talento calificado», un aspecto que genera una «genuina duda, en ocasiones fundadas» desde otras regiones del mundo.
El argentino Alejandro Bulgheroni, presidente de Pan American Energy y Agroland, entre otras compañías, consideró que las empresas latinoamericanas que quieren insertarse en el mercado mundial «tienen que ir buscando los lugares que son más eficientes para la productividad global».
«Hay que ser muy activos porque el mercado mundial es muy competitivo», confesó este directivo, cuyas empresas se dedican a sectores tan diversos como el petrolero y el agroalimentario, y tienen presencia en Italia, Francia y España, además de América Latina.
Bulghueroni recordó que en el pasado «el intercambio se basó en exportaciones hacia Europa de productos primarios» desde Latinoamérica «e importación de productos manufacturados» desde el viejo continente.
A pesar de la crisis internacional, que pasó un poco de lado para la región, los subsidios agrícolas europeos siguen siendo un obstáculo para cambiar esa tendencia, pero también la falta de «avances científicos y tecnológicos» en la región, donde se echa a faltar también mayores consensos, opinó.
Los tratados que existen a nivel regional «aumentan de forma exponencial las relaciones» entre los países «pero no se está haciendo suficiente», denunció Bulgheroni, que ve en la «estabilidad jurídica» uno de los retos.
El brasileño Ivoncy Ioschpe, presidente de Ioschpe Maxion, del sector de componentes de la industria automotriz, recordó que parte de su éxito fue «comprar compañías internacionales que estaban bien distribuidas» cuando estalló la crisis de 2008.
El empresario, que tiene treinta compañías, diez de ellas en Brasil y veinte en todo el mundo, manifestó además que «la globalización exige una competencia muy grande en tecnología».
Respecto a la situación del Mercosur -al que pertenece Brasil junto con Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela- recalcó que ha encontrado «problemas con países que no alcanzaron el éxito que imaginaron que tenían e inmediatamente tomaron medidas de protección».
Por último, el presidente de la panameña Copa Airlines, Pedro Heilbron, señaló que el sector de la aviación «refleja perfectamente la buena fortuna de Latinoamérica».
Entre otras cosas, la región ha pasado de 95 millones de pasajeros a más de 170 millones en la última década, algo muy importante porque, en su opinión, «desarrollo económico y aviación van de la mano» y son algo así como «el huevo y la gallina».
Las carencias en el sector tienen que ver con «problemas de infraestructura», pero también con «impuestos y cargos aeroportuarios» y «que afectan a la competitividad de las aerolíneas», advirtió.