Oficialmente, no hay nada, ni carta ni norma, pero lo cierto es que las entidades ya han comenzado a aplicarlo. Antes de que comenzara el año, el Banco de España advirtió a los bancos y cajas que los intereses que pagaban por productos de ahorro como depósitos, cuentas, pagarés y bonos debían moderarse. Frente a los intereses del 4% de algunos depósitos que se ofrecían en otoño, las entidades han dado marcha atrás siguiendo las recomendaciones de la institución dirigida por Luis de Linde. En aras de la salud financiera del sector, el límite ahora, a lo que se paga al ahorro, se queda en el 1,75% para depósitos hasta un año, y en el 2,75% para depósitos a mayor plazo.
O al menos, así es de momento. La Comisión Nacional de Competencia (CNC) analiza esta semana si esos límites son legales o no. «Está en la orden del día, pero aún no se sabe el veredicto«, han explicado las fuentes consultadas de Competencia. La decisión de Competencia podría suponer un freno a la iniciativa del Banco de España para priorizar la solvencia de la banca frente a esta forma de captar liquidez. De una forma u otra, como señala el profesor del IEB, Enrique Pérez Hernández, no hay que olvidar que no hace tanto en España (antes del euro) “no había libertad de tipos y los regulaba el Banco de España tanto el activo como el pasivo”.