Yo prefiero los buenos comienzos, sin echar las campanas al vuelo pero masticando tres puntos muy importantes.
Puntos conseguidos en una plaza que no va a ser fácil, orgulloso Sevilla el de ayer, y poderoso. Pero no tiene a Diego Costa.
Ya cansa hacer como si nos sorprendieran sus goles, su lucha, el brasileño tiene madera de gran jugador y, con Falcao o con Villa, marca goles importantes, abre defensas y descompone a los rivales.
Sí, ya sabemos lo que le sobra. Nadie es perfecto, sin que sirva de excusa.
Por lo demás, poco ha cambiado este Atlético. Falto de la daga que rasgue el velo defensivo con pases certeros, lucha, corre ( demasiado) y confía en esa pegada letal de sus delanteros y en los disparos de Coke y Gaby.
Una queja, Turan, ni estuvo ni le puso muchas ganas de estar. Sin sus inventos somos más previsibles.
Portero de garantías, zaga experimentada y medio campo que respira cuando sale el chaval Oliver. Guiño importante para el chico, parece confeccionado con aquella tela inarrugable.
Tres puntos, tres goles, sensación de botella medio llena y… Ahora llega el Barcelona.