Pepe y Carlos Monzón, de 50 y 45 años, hermanos de familia y «enemigos futboleros», se subirán el próximo sábado en sus bicicletas con las camisetas del Atleti y Madrid, respectivamente, para acudir desde el Vicente Calderón a Lisboa y vivir la final de la Champions.
Una vez allí, cada uno se irá a su sitio, con sus colores, y dejarán por unas horas de ser hermanos. A Pepe, funcionario y ciclista aficionado, se le calentó la boca cuando el Atlético eliminó al Milan en cuartos de final y prometió irse a la final en bici si los de Simeone llegaban al último asalto.
Tras ver cómo los colchoneros eliminaban a Barça y Chelsea, Pepe no tuvo más remedio que cumplir su palabra: a Lisboa en bici. Pero el proyecto se amplió al embarcar a su hermano Carlos, madridista, como sus padres, pero mucho peor ciclista.
Ambos ya tienen las bicis preparadas para la aventura, pensada en 6 etapas, con paradas en Talavera, Puerto de San Vicente, Guadalupe, Don Benito, Badajoz, Estremoz y Lisboa. Un circuito diseñado en lugares con peñas atléticas o madridistas que les puedan echar una mano para no pasar la noche viendo las estrella.
«Nos conformamos con un polideportivo que tenga una ducha», dicen. Ellos prefieren ver las estrellas sobre el césped del Estadio Da Luz el día 24, pero lo tendrán muy difícil, ya que viajan sin entradas, por lo que tendrán que optar por las pantallas gigantes que ofrecerán el partido para ambas aficiones madrileñas.
VIAJAN SOLO CON LO MÁS NECESARIO
Pepe y Carlos saldrán a lomos de unas bicicletas cargadas con 30 kilos de material, incluido un hornillo para calentar comida, y vestidos cada uno con su camiseta. Serán hermanos y solidarios hasta Lisboa. En la capital lusa la historia cambiará. Apenas se conocerán.
«Hasta Lisboa, hermanos y amigos. Allí cada uno por su lado, a su zona de «fans», dice Pepe, quien volverá a Madrid en bici en caso de que su equipo gane la Champions. De lo contrario, espera que alguna peña rojiblanca le haga hueco en un autobús.
Y es que Pepe, funcionario de profesión, practica ciclismo a diario, tiene buenas piernas y por su Atleti está dispuesto a un doble esfuerzo, «derrochando coraje y corazón».
Sin embargo, Carlos no tiene tanta experiencia con la bici y, pase lo pase, volverá a Madrid en el vehículo que le pueda traer a él y su vehículo de dos ruedas.
NO PUDEN VER JUNTOS LOS PARTIDOS
Los hermanos Monzón son uña y carne para casi todo. Ambos están casados con dos mujeres que son hermanas, pero en materia futbolística es mejor que vean los partidos separados, «para evitar escuchar tonterías que lleven a tensiones».
«Políticamente nos llevamos bien, ambos somos de izquierdas, pero futbolísticamente la relación es muy mala, nos picamos mucho y es imposible ver juntos un partido«, explica Pepe.
«Será un viaje muy divertido», admiten ambos, aunque «seguramente discutamos». Cada uno tirará por sus colores y en las apuestas han coincidido en el resultado: 2-0. Pero claro, cada uno a favor de su equipo.
Dos hermanos, una carretera, una ciudad y una final. Los Monzón quieren demostrar que el fútbol une, aunque no minuto a minuto. Lo que juntó Madrid, que no lo separe Lisboa. Las estrellas no se olvidarán de iluminar el trayecto de 740 kilómetros hasta la capital lisboeta.