Los futbolistas tienen carisma, don de gentes y gozan de la simpatía de muchos aficionados y eso en política se traduce en votos. No todos los futbolistas se han decidido por hacerse entrenadores o comentaristas televisivos-o ambas cosas incluso- otros han cambiado las botas de fútbol por los zapatos y las camisetas numeradas por los trajes, se han hecho políticos.
El camino se inició en Brasil cuando el mítico Pelé fue ministro de deportes del país entre 1994 y 1998 y otros exfutbolistas siguieron su ejemplo. Asó, ilustres como Romario y Bebero son diputados en el gobierno brasileño.
Romario es diputado federal de Río de Janeiro y el que fuera su compañero en la selección brasileño Bebeto, diputado regional de Río de Janeiro. No son los primeros ni serán los últimos. En los últimos años, varios futbolistas han intentado hacer carrera en la política con mayor o menos éxito estos son tres de los más representativos.
ERIC CANTONA: QUISO CAMBIAR EL RUMBO POLÍTICO DESDE LA ALCALDÍA DE PARÍS
Se hizo famoso por su gran calidad frente al gol, sus solapas de la camiseta levantadas y también por una patada que le propinó a un aficionado durante un partido en su etapa de jugador del Manchester United tras recibir de su parte insultos racistas. Cantona se convirtió en el ‘karateka’ de la grada de Old Trafford.
Y quién podrá olvidar ese mítico “Au revoir” que le dijo al mismísimo diablo antes de atravesarle con un balón en un espectacular anuncio de la firma deportiva Nike. Cantona participó después en más anuncios de la firma americana. Su rostro se hizo tan popular que participó en varias películas. Pero su carisma le ‘obligó’ a probar en la política.
Tras colgar las botas y hacer sus pinitos en el cine, volvió a la escena pública para defender a los franceses desde la política. Se convirtió en la cara visible de la Fundación Abbé Pierre, una ONG que intenta resolver el problema de vivienda en Francia.
Cantona pretendía intervenir en la campaña electoral de las presidenciales para intentar conseguir de los candidatos «verdaderos compromisos políticos» y «no solo palabras», y luego hacérselos respetar. Para ello solicitó la firma de al menos 500 alcaldes de Francia, pero la respuesta de la sociedad francesa no fue la esperada.
ANDRYI SHEVCHENKO: PERDIÓ UNAS LEGISLATIVAS EN 2008
El ucraniano, tras 18 años en el fútbol en equipos como el Milan o el Chelsea y una Champions en su haber decidió pasarse a la política. Sin embargo, no pudo repetir sus éxitos deportivos. ‘Sheva’ era un jugador frío en el campo, pero al que el avalaba su calidad, pero le faltaba carisma y poder de convicción para llegar a la gente que le había apoyado como jugador.
Shevchenko decidió unirse a un nuevo partido político de carácter empresarial llamado Ukraine Forward! (Arriba Ucrania), cuya líder, Naliya Korolevska, rompió con el partido de la oposición de la exprimera ministra encarcelada, Yulia Tymoshenko. «Es una formación de futuro (que todavía no cuenta con ningún representante en el parlamento), un partido de jóvenes líderes.
En el terreno político mi objetivo es dar a apoyo al sector social y deportivo. Después de todo, mi slogan es mantener una mente sana in corpore sano», afirmó el exfutbolista.
El partido político al que pertenecía intentó entonces un golpe de efecto y decidió incluirle en la isla como número 2 para las elecciones legislativas de 2008. ‘Sheva’ se habría convertido en vicepresidente en su país, pero no puedo ser. Su partido apenas obtuvo un 1,7 por ciento de los votos en aquellos comicios.
Shevchenko se alejó entonces de la vida política pues su partido no tenía representación en el parlamento y decisión no volver a intentarlo, por ahora. Los actuales problemas políticos de Ucrania actualmente hacen que pocos candidatos se atrevan a tener poder en la anterior república soviética perteneciente a La URSS.
GEORGE WEAH: QUISÓ DAR ESPERANZA A LIBERIA, PERO FRACASÓ
Fue Balón de Oro en 1995, el liberiano del Milan alcanzó fama internacional a pesar de su humilde origen en el continente africano. Por ello, una vez que colgó las botas, el objetivo de George Weah fue otorgar a todos los liberianos la oportunidad que a él le llegó de casualidad. Salir del país, llegar a Europa y cumplir un sueño-en su caso ser futbolista profesional-
Decidió entonces entrar en la política. Al finalizar la Segunda guerra civil liberiana en 2005, Liberia organizó las primeras elecciones libres en décadas. George Weah anunció su intención de postular a la presidencia y creó un partido político, el Congreso para el Cambio Democrático (CDC), con apoyo de las clases más desfavorecidas y afectadas por el conflicto armado. Aunque Weah era una figura muy popular por su labor futbolística y humanitaria, se le recriminó su falta de formación y no estar preparado para dirigir un estado. Rivalizó en los comicios con Ellen Johnson Sirleaf, candidata del Partido de la Unidad (UP) y con formación académica en la Universidad de Harvard.
En la primera ronda el CDC fue el partido más apoyado, con el 28,3% de los votos frente al 19,8% del UP. Pero en la segunda vuelta, celebrada el 8 de noviembre, Sirleaf remontó y se impuso con dieciocho puntos porcentuales de ventaja (58,4% frente al 40,6%). El exfutbolista no reconoció los resultados y alegó fraude electoral, por lo que los partidarios del CDC salieron a las calles de Monrovia y se enfrentaron a la policía. Sin embargo, los observadores internacionales garantizaron la limpieza de los comicios. Al final cedió y saludó el nombramiento de su rival.
El gobierno de Liberia estableció la obligatoriedad de tener estudios superiores para postular a la presidencia. Aunque Weah alegó que obtuvo un grado en Dirección Deportiva en Londres, no era un título valido. Por esta razón se trasladó a Miami y cursó administración de empresas y criminología en la escuela superior Devry University. En las elecciones de 2011 renunció a liderar de nuevo el CDC en favor del diplomático Winston Tubman, aunque le acompañó como candidato a la vicepresidencia.