Ha pasado ya un mes desde que el corazón de los aficionados se estremeció al escuchar esta noticia. El mejor piloto de Fórmula 1 de todos los tiempos, Michael Schumacher se encontraba en estado crítico tras una caída mientras esquiaba en Francia.
Todo ocurrió el 29 de diciembre del pasado 2013, el excampeón alemán de Fórmula 1 estaba esquiando fuera de pista y a baja velocidad, pero cayó y se golpeó en la cabeza con una roca. Su casco se partió en dos y el piloto, que estaba acompañado por uno de sus hijos, permaneció en el suelo inconsciente
El alemán era trasladado inmediatamente hasta un centro hospitalario. Un helicóptero de rescate acudió a recogerle. Ya desde ese momento se temía por su vida. En las primeras horas, las informaciones eran confusas. Unos hablaban de que llegó consiente, otros decían lo contrario. Tampoco había acuerdo sobre cuántas veces se le había operado o incluso si había fallecido durante el traslado al hospital.
Desde su ingreso ha habido tres partes médicos oficiales y el último de ellos data del 17 de enero. En dicho parte se dijo que el piloto alemán seguía “crítico, pero estable”. Ante la avalancha de rumores y comentarios de toda índole, la familia del ex campeón del mundo decidió no dar más información sobre el estado de salud de Michael. A menos que la situación del alemán cambiara de manera drástica a mejor o a peor el hermetismo sería total, y así ha sido en los últimos 11 días.
De hecho, un día antes de este aniversario, su portavoz, Sabine Kehm, remitió al último parte médico al que hemos hecho referencia cuando fue preguntada sobre la salud y el estado actual de Michael. La más drástica en ese aspecto fue su esposa Corina, que pidió a los medios de comunicación que dejen tranquilos a los médicos y a la familia, en un comunicado dirigido a la prensa.
«Es importante para mí que dejen tranquilos a los médicos y al hospital para que puedan trabajar en paz», dice el comunicado de Corinna Schumacher. «Por favor dejen tranquila también a nuestra familia», añade la esposa del campeón de Fórmula 1
EL PRIMER PARTE DESTACÓ QUE SIN El CASCO HABRÍA MUERTO
El expiloto alemán de Fórmula 1, Michael Schumacher permanece en «situación crítica y su vida corre peligro”, relataban varios responsables del hospital de Grenoble (este de Francia) donde ha sido operado tras el accidente de esquí que sufrió el domingo. «Está en una situación crítica. Se puede decir que su pronóstico vital está en entredicho. Su estado es muy grave», declaró el doctor Jean-François Payen, del CHU de la ciudad francesa donde permanece ingresado el exdeportista.
El último parte médico facilitado hasta ese momento, dos días después del accidente, hablaba de que Shumacher sigue en estado crítico luchando entre la vida y la muerte. Desde el hospital aseguran que no se prevé realizar una segunda operación quirúrgica porque no es necesario. ‘Schumi’ tuvo que ser intervenido nada más llegar al hospital. Tiene un hematoma craneal y un edema cerebral difuso.
El estado clínico que vive ahora mismo se debe al traumatismo craneoencefálico sufrido «Nosotros estimamos que dado la dureza del accidente sí ha protegido en parte el casco. Cualquier persona que hubiera sufrido este accidente sin casco no hubiera sobrevivido en absoluto. Eso está claro». Un amigo del piloto ha agradecido al equipo médico todo lo que están haciendo. Por respeto a la familia no entraremos en detalle.
A pesar del casco llegó con lesiones graves e importantes. El choque se debió realizar a elevada velocidad. Lo que comprobamos inicialmente es un impacto sobre el lado derecho, que es donde cayó en una primera instancia. Estaba en estado vegetación. No respondía a pregunta alguna formulada por los médicos, pero estaba desde un punto de vista neurológico en un estado normal.
«Estamos informando sobre el estado actual, no vamos a ir más allá. No hablaremos de eventualidades», aseguran. «No hay generalidades. Estamos hablando de un paciente con un traumatismo craneoencefálico grave y esta es la situación». Las siguientes horas serán claves.
DIEZ DÍAS DESPUÉS DEL ACCIDENTE, LA SITUACIÓN NO CAMBIABA
El estado de salud de Michael Schumacher, en coma desde que sufrió un accidente esquiando en los Alpes franceses, sigue siendo «estable» pero «crítico», anunciaron el día 7 de enero el hospital de Grenoble (este de Francia) y la portavoz del expiloto en un comunicado.
«El estado clínico de Michael Schumacher se considera estable […] Sin embargo, el equipo médico encargado del piloto subraya que continúa considerando la situación de Michael crítica», indicaron el Centro Hospitalario Universitario de Grenoble (CHU) en un comunicado conjunto con Sabine Kehm, su portavoz.
Una persona cercana al siete veces campeón del mundo de F1 indicó a la agencia alemana SID, filial de información deportiva de la AFP, que, según los médicos del CHU, Schumacher muestra una «leve mejora». Esta persona subrayó que el pronóstico vital de Schumacher sigue siendo comprometido, pero que su entorno tiene la esperanza de que salga adelante.
Desde las ruedas de prensa de los primeros días, la información sobre su estado de salud se ha proporcionado con cuentagotas al centenar de periodistas que esperan en las puertas del hospital. «La intimidad del paciente exige que no detallemos su tratamiento y es por ello que no nos planteamos nuevas conferencias de prensa ni difusión de comunicados escritos en lo inmediato», indicaron el CHU y Kehm.
EL DÍA 17, ÚLTIMO PARTE Y COMIENZO DE LA INVETIGACIÓN
La portavoz del piloto, dirigiéndose a los medios de comunicación, solicitaron «de nuevo, con insistencia, que respeten el secreto médico y que se atengan a las informaciones dadas por el equipo médico que lo trata o sus administradores, ya que esas son las únicas informaciones válidas».
Kehm ya había afirmado en un comunicado que «toda información […] que no emane de sus médicos o de la dirección del hospital debe ser considerada como nula y pura especulación».
El día 10 de enero, la fiscalía abrió una investigación sobre «las circunstancias y las causas del accidente de esquí» de Schumacher. Los investigadores tuvieron acceso el viernes a la cámara GoPro que el expiloto llevaba en su casco en el momento del accidente, pero no se sabe si estaba activada en el momento en que se produjeron los hechos ni si las posibles imágenes grabadas servirán.
Por otro lado, un alemán de 35 años afirmó al semanario Der Spiegel que grabó por azar a Michael Schumacher en el momento en que tuvo el accidente. Según este testigo, Schumacher se desplazaba «a una velocidad máxima de 20 km/h». El fiscal de Albertville declaró, que en caso de confirmarse, estaría interesado en escuchar este testimonio. Las posibles acciones judiciales a tomar dependerán de las conclusiones de los investigadores sobre las circunstancias de la caída.