La final del mundial de España 2013 pasará la historia por muchos motivos. El primero, porque se trata de la segunda medalla de oro que consigue la selección española después de la conseguida en Túnez 2005.
Pero, sobre todo, pasará al libro de los récords por tratarse de la mayor goleada registrada en una final. 35-19, 16 goles de diferencia, inimaginable ante un rival de la talla de Dinamarca.
El mayor registro en la historia de las finales del Mundial, correspondía a Suecia, que consiguió vencer por un escandaloso 22 -12 a Checoslovaquia. Diez goles de diferencia que certificaban la hegemonía sueca. Corría el año 1958.
A punto estuvo de batir el registro Rusia en la final de 1993. Entonces borró a Francia de la pista y le endosó un contundente 19-28, 9 goles de diferencia, cerca de batir la marca de Suecia del 58.
España ha dejado el récord en anécdota desde la primera mitad, cuando se ha ido por ocho goles de diferencia al descanso. Los hombres de Valero Rivera han barrido a Dinamarca y han conseguido acabar el partido con 16 goles, 16, de diferencia.
Un resultado para la historia, 35-19, en un partido que, a priori se presentaba apretado, bronco e igualado. La segunda victoria más abultada de todo el campeonato, después de la paliza que infringió también España a Australia.