Nada de lo que están consiguiendo los jugadores en el campo tendría sentido y validez si en los despachos continuara el descontrol y el oscurantismo.
Por eso es una buena noticia que el Atlético de Madrid haya cumplido con Hacienda y solventado la cuota anual que pactó sobre la deuda total, una deuda que nunca debió de existir pero que ahí está, oronda pero menguante.
Y es, además, una garantía de futuro para el club que, dispone de unos activos en la plantilla que no son nada desdeñables.
Precisamente deudas como la de Hacienda convirtieron al Atlético en club vendedor y mucho me temo deberá seguir siéndolo si quiere continuar rebajando su morosidad.
Sinceramente no creo que nadie piense seriamente en que un tipo como Falcao va a terminar su carrera en el Atleti. El colombiano tiene demasiadas novias y cuesta mucho dinero mantenerle y rodearle de figuras que le ayuden a conseguir objetivos importantes.
Deberíamos, tal vez, confiar en la cantera y en el olfato de los técnicos para traer jugadores como el propio Radamel, Kun, Forlán, por más que luego busquen otro acomodo.