Fernando Torres ha pasado a la historia al convertirse en el único jugador que ha marcado en dos finales distintas de la Eurocopa. En este caso su gol ha sido el tercero, quizás no tan importante como el de hace cuatro años, pero igual de especial ya que le abre el camino hacia la historia y le convierte en leyenda del fútbol.
En un año especialmente difícil para el Niño tras un traspaso millonario al Chelsea que abrió un inusual período de sequía en el delantero y le condenó a la suplencia, ha llegado como un cohete a la recta final de la temporada. Con nueve falso o verdadero, con uno o dos delanteros, con Villa o sin Villa, Torres lleva una trayectoria impresionante en La Roja, tanto con Luis Aragonés, su gran valedor, como con Del Bosque, siendo siempre un jugador importantísimo.
Al final Torres ha cerrado un año espectacular y suma a su palmarés la Champions conseguida con el Chelsea y esta Eurocopa, en la que además sube al podio de los máximos goleadores junto al ruso Dzagoev, el alemán Mario Gómez, el croata Mandzukic y el portugués Cristiano Ronaldo, todos ellos con tres tantos. Sin embargo, su asistencia de gol y un mejor promedio minutos-goles que Mario Gómez, que también suma una asistencia, le han servido para ganar la bota de oro del campeonato como mejor goleador en solitario.
Jugador veloz y de gran movilidad, Torres ha demostrado también ser un gran compañero, al dejarle en bandeja un gol que podía convertirle en máximo goleador en solitario, a su compañero del Chelsea Juan Mata, que jugaba sus primeros minutos en la competición. Matas no ha jugado en la competición tanto como hubiese querido y Torres, que ha sufrido ante las críticas recibidas en Londres y que sin duda ha tenido en Mata a su principal apoyo, ha tenido un gesto de gran nobleza con su amigo al regalarle el gol.
Y es que este tipo de comportamientos son los que le dan fuerza al grupo y al final, los campeonatos se ganan por pequeños detalles, por una cobertura, por un sobreesfuerzo para seguir una jugada, gestos que nacen del compañerismo diario.