El seleccionador argentino, Alejandro Sabella, reconoció hoy en Bucarest que Lionel Messi se sintió indispuesto al comienzo del amistoso contra Rumanía, lo que explicaría su discreta actuación en el decepcionante empate a cero.
«Se acercó al banquillo a beber agua, porque le entraron arcadas«, dijo Sabella, sin dar más detalles sobre si el astro del Barcelona sufre alguna infección. A pesar de su malestar, Messi continuó al final todo el encuentro sobre el terreno del campo y dirigió su equipo, que sin embargo no logró materializar ninguna de sus numerosas ocasiones.
Con todo, Sabella elogió al delantero del Barça diciendo que «hizo un buen partido, con grandes pases que crearon jugadas de gol, pero ha sido difícil jugar contra Rumanía». Por otra parte, agregó que entrenar a Messi resulta fácil «porque es el mejor jugador del mundo».
«Ojalá que todos los entrenadores tuvieran a un jugador como Messi», señaló el técnico argentino. Sabella justificó además que sus jugadores no salieran a calentar antes del inicio del partido. «Normalmente calentamos en el campo de juego pero (esta vez) optamos por hacerlo dentro (en el vestuario), ya que habíamos entrenado un día antes», indicó el entrenador.
La albiceleste no pudo con Rumanía
Argentina solo pudo empatar a cero en su desplazamiento a Rumanía pese a su ímpetu por demostrar que es aspirante a luchar por el título del Mundial de Brasil 2014. Los sudamericanos disfrutaron de la primera ocasión de gol en el minuto 4, cuando Fernández remató de cabeza un saque de esquina de Messi.
Sin embargo, los rumanos no se amilanaron ante la magnífica delantera de los argentinos, al insistir en internadas por las bandas tras robar balones desde atrás y así sorprender a la dormida defensa albiceleste.
Mientras tanto, Messi intentaba abrirse paso entre la férrea zaga rumana, acorralado por tres o cuatro jugadores todo el tiempo, sin mayor éxito, por lo que se dedicó a repartir juego a los extremos, en concreto a Higuaín y Di María. El centrocampista del Real Madrid desaprovechó otra ocasión providencial tras un pase de Messi que le dejó solo delante de Tatarusanu.
Antes del descanso, Agüero protagonizó una genialidad al deshacerse de tres defensores rumanos. Se plantó ante Tatarusanu, que se lució al impedir con una mano lo que parecía un gol cantado del ariete del Manchester City.
Tras la reanudación, el «Kun» pagó su falta de minutos de juego tras recuperarse de una lesión y desperdició otra ocasión de gol después de haber superado al portero Pantilimon, que sustituyó a Tatarusanu, aunque un defensa rumano frenó el disparo del ariete argentino.
En el ecuador de la segunda parte, los seguidores rumanos empezaron a cantar y hacer la ola para levantar los ánimos de sus jugadores, puesto que habían entrado en un punto muerto de juego.
En la recta final del duelo, se vio a un Messi ‘intermitente’, con poca participación en el encuentro, todo lo contrario que Mascherano, que estuvo sublime como volante, al cortar una y otra vez las internadas.
Messi, sin embargo, inició la jugada más espectacular del amistoso en el minuto 85, al superar a tres defensas rivales y dar un pase a Palacio, que asistió a Lavezzi en el otro palo y éste disparó a bocajarro, pero Pantilimon puso una mano para evitar la derrota de su equipo.