La lucha se inició hace mucho tiempo y con el paso del tiempo se han ido abriendo puertas poco a poco. Mujeres de tres países, Qatar, Brunei y Arabia Saudí, jamás han participado en unos Juegos Olímpicos. En Londres, este próximo verano, Qatar enviará representación femenina y Arabia parece que también. Y la que tiene más opciones de representar al país saudí es una amazona de 18 años. Se llama Dalma Malhas y se dedica a la especialidad de salto.
El ultraconservador príncipe saudí Nayef bin Abdul Aziz ha manifestado que el Comité Olímpico de Arabia no respalda a ningún participación de las mujeres en los Juegos, pero, curiosamente, dijo que las mujeres pudieran participar por su cuenta. Eso sí, siempre y cuando éstas participen de acuerdo con la “decencia” y no entren en conflicto con las leyes islámicas. Dalma tiene ante sí protagonizar un momento histórico.
Malhas ya ganó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud celebrados en Singapur 2010 sin haber sido seleccionada por su país. Fue invitada por el Comité Olímpico Internacional y aceptó. Ahora, sin embargo, se le abren las puertas de Londres de par en par y sin ataduras. “No tengo la posibilidad de subir al podio en Londres, pero la mera participación será una victoria”, ha declarado.
La historia de esta joven es incompleta si no se habla de su madre, otra gran luchadora de los derechos de la mujer árabe. Arwa Mutabagani, otra apasionada de la hípica, logró eludir gracias al deporte las barreras con las viven las mujeres en Arabia Saudí. Así, en 2008 se convirtió en la primera mujer en ocupar un cargo en una entidad deportiva, en concreto en la Federación Ecuestre Árabe. Desde hace años, trabaja en la Federación Ecuestre Internacional.
Una de lo grandes objetivos de Jacques Rogge desde que es presidente del COI es lograr un equilibrio entre hombres y mujeres. Esta causa tiene el incondicional apoyo de Naciones Unidas, y en Londres se va a dar un paso para conseguir este fin.