Tras la convocatoria de huelga por parte de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), y las manifestaciones de su presidente, Luis Rubiales, la Liga de Fútbol Profesional ha difundido un comunicado en el que anuncia que presentará denuncia ante la Audiencia Nacional para impedirla.
Comunicado de la LFP
1. Que la convocatoria y los objetivos de la huelga son ilegales, ya que se infringe el artículo nº 11 del Real Decreto ley 17/1977 , 4 de marzo, sobre relaciones de trabajo. Lo solicitado es la modificación de una norma con rango de ley y dichas modificaciones no pueden ser objeto de huelga en un sector privado (la industria de fútbol), tal y como recoge la jurisprudencia en este aspecto.
2. La convocatoria de huelga supone un claro incumplimiento del convenio colectivo vigente entre LFP y AFE.
3. En el día de mañana se procederá a presentar denuncia ante la Audiencia Nacional, dada la ilegalidad de la propuesta de huelga, solicitando la tramitación de la misma con la máxima urgencia posible.
4. En caso de que la huelga convocada fuese declarada ilegal, con la suspensión de las jornadas de Liga aludidas en dicha convocatoria, se procederá a la petición de daños y perjuicios correspondientes. Los Clubes y SADs afectados podrán emprender las medidas disciplinarias que estimen a su conveniencia.
5. La LFP quiere reiterar su sorpresa ante los actos manifiestamente ilegales en los que RFEF y AFE están incurriendo, dado el grave perjuicio que pueden ocasionar a sus afiliados. La LFP no va a dejar de defender los derechos de sus afiliados en cuantas instancias sean necesarias.
Los futbolistas, a la huelga
Antes de emitir su comunicado, la LFP tuvo que escuchar la rueda de prensa de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), en la que anunciaban su decisión de sumarse al paro convocado por la RFEF.
Desde la AFE entienden que el Real Decreto aprobado para la venta centralizada de derechos televisivos supone «un ataque» a sus «derechos». Rubiales explicó que los futbolistas están «a favor de la venta centralizada de los derechos de televisión», pero en contra de «cómo se ha hecho la norma».