Vicente Del Bosque prepara el mejor once para explotar las condiciones físicas y técnicas de Diego Costa, futbolista que no ha marcado ningún gol en los cinco partidos que lleva con la selección. La cuestión que tiene que resolver el seleccionador es si el estilo de juego de España se tiene que adaptar a las cualidades del delantero hispano-brasileño o es el jugador el que tiene que acoplarse y entender la filosofía que tantos éxitos le ha dado a La Roja.
Diego Costa ha triunfado en el Atleti y ahora en el Chelsea por ser el hombre más adelantado, el único punta, que por su explosividad y velocidad aprovecha los espacios para hacer goles. En estos equipos, el planteamiento, tanto del Simeone como el de Mourinho, es que sus equipos se replieguen, presionen y realicen transiciones rápidas. El juego directo beneficia a Costa por sus potentes arrancadas y capacidad para superar a sus marcadores. Los desmarques de ruptura, jugando al límite del fuera de juego que le marcan las defensas rivales, los explota con enorme eficacia. Pero España no juega con este idea. No es su sello.
La Roja se caracteriza por elaborar el juego, tener la pelota y encerrar a sus rivales en su campo. Esto implica que no hay espacios para correr y perjudica a las características de Diego Costa. Se ha visto en los partidos que ha disputado, donde se ha tenido que mover de espaldas a la portería, sin espacios y encajonado. Diego Costa necesita correr, balones en profundidad, largos y al espacio. Del Bosque quiere modificar parte de su estrategía para poner, ante Eslovaquia, un equipo más directo. España no renunciaría a llevar la iniciativa del juego y tener el control de la pelota, pero Del Bosque, como se vio en el último amistoso ante Francia en París, con Costa en el campo, ha ordenado a los de atrás que, en cuanto se recupere la pelota, se lance hacia Costa. En definitiva, que las transiciones sean más directas.
De la convocatoria se puede intuir el once que más beneficia al juego de Diego Costa. Al margen de Casillas, en la portería, y una defensa con Juanfran o Carvajal, Piqué y Albiol, en los centrales, y Jordi Alba o Azpilicueta; el centro del campo es clave. Cesc está acostumbrado a jugar más retrasado en el Chelsea y es el jugador que mejor lee e interpreta los movimientos de Diego Costa. Están demostrando su sintonía en el Chelsea, con asistencias y goles. Cesc es hoy clave en el juego del delantero. Igual que Busquets y Koke, que completarían un centro del campo de alta presión para robar la pelota y lanzarla al punta. Koke también conoce a Costa de su etapa en el Atleti. También le beneficia tener por detrás a Iniesta y Silva, los más habilidosos, y rápidos para filtrar balones.