El Bernabéu tiene que decidir entre el castigo, el perdón o la indiferencia por el pecado cometido por Cristiano Ronaldo con la celebración de una fiesta cuando los aficionados guardaban el duelo de la dolorosa derrota en el derbi. Cristiano es el icono, el futbolista por el que sienten más devoción los madridistas, el que les ha hecho creer que Messi no es el único Dios y existe otro divino en el que guardar la fe futbolística. Pero ha sido humano por un día. Ha tenido el vicio de la inoportunidad, lo que le ha llevado a una conducta reprochable para los que le dan culto. Esto le conduce a un acto de penitencia en el partido contra el Deportivo.
Si se produce el perdón tiene que ir acompañado de un gesto de amor y desde la grada se tiene que escuchar algún mensaje o cántico que le devuelva a los altares. Si se produce el castigo le bajarán a los infiernos. Si hay indiferencia veremos a un Cristiano Ronaldo con ansiedad.
Cristiano Ronaldo vuelve a jugar un partido en el Bernabéu después de su expulsión en Córdoba. En El Arcángel se endemonió con ese feo gesto en el que se retiró del campo limpiándose el escudo de campeón del mundo. Pidió disculpas (vía redes sociales) y a sus compañeros por haberlos dejado en inferioridad numérica. En los dos partidos siguientes (Real Sociedad y Sevilla) estuvo encerrado en su palco. El equipo ganó los dos. Incluso remontó en Córdoba cuando vio la roja. Regresó en el derbi del Calderón y los hechos son de sobra conocidos. Derrota humillante, mal partido del portugués, fiesta de cumpleaños nocturna con concierto de reggaeton y toque de atención de Florentino Pérez en el vestuario de Valdebebas.
El Cristianismo del Bernabéu está ahora a prueba. Es un juicio al Real Madrid y algo más con el portugués. Un acto de fe. Ha pasado un mes desde que ofreció el Balón de Oro a la afición. En el estadio se exhibieron cartulinas doradas y se coreó su nombre. Fue en los prolegómenos del derbi de vuelta copero contra el Atleti. Esa fiesta también acabó mal. El Real Madrid fue eliminado y, a favor del portugués, quedó que hizo un gol. Poco más se ha visto del Dios Cristiano. Hizo dos goles en Getafe para maquillar un partido irregular y cayó en el infierno en El Arcángel. Ha llegado el día de comparecer en el Bernabéu ante los fieles.