El director del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el teniente general Kenneth McKenzie, aseguró hoy que «nada ha cambiado» en la operación que tiene como objetivo derrotar al Estado Islámico (EI) en Siria, a pesar de que el presidente Donald Trump ha expresado su intención de dejar el país «muy pronto».
«Siempre hemos considerado que, a medida que se aproximara el fin del EI en Siria, reduciríamos nuestra presencia allí, así que en ese sentido, de hecho, nada ha cambiado», sostuvo McKenzie durante una rueda de prensa celebrada este jueves en el Pentágono.
A pesar de que en los últimos días el comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas estadounidenses ha expresado su deseo de abandonar Siria muy pronto, el militar aseguró que en ningún caso Trump ha marcado «plazos específicos».
Este punto, sin embargo, contradice diversas informaciones divulgadas en las últimas horas por la prensa local que apuntan que, a pesar de la oposición de la cúpula militar, el presidente ha comunicado al alto mando su deseo de que las tropas abandonen el país en un plazo de seis meses.
«El presidente dijo muy pronto porque hemos tenido mucho éxito a la hora de derrotar al EI; pero esto no ha terminado y estamos comprometidos con la derrota del EI», justificó hoy la portavoz del Departamento de Defensa, Dana White, también presente en la comparecencia ante los medios que tuvo lugar en el Pentágono.
White evitó contestar a preguntas sobre la posible permanencia en el poder del presidente sirio Bashar al Assad, cuya salida es el objetivo último de uno de los principales aliados de Washington en este conflicto, las opositoras Fuerzas de Siria Democrática (FSD).
No obstante, McKenzie sí se refirió al futuro del país árabe una vez el EI sea vencido al señalar que «las naciones en la región» deberán tener un mayor protagonismo en las tareas de estabilización del país puesto que «serán las más afectadas» en caso de que la situación no mejore.
Preguntado sobre en qué momento se podrá considerar que los islamistas han sido derrotados, el teniente general se mostró tajante: «Cuando sean incapaces de llevar a cabo con éxito ataques contra el territorio estadounidense o contra nuestros aliados».
Unos 2.000 militares estadounidenses lideran la coalición internacional formada por más de 60 países que combaten el yihadismo en Siria e Irak, en el marco de la operación ‘Inherent Resolve’ (‘Apoyo Decidido’), que cuenta con la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.