Los Jefes de Estado Mayor de la Defensa de los países de la OTAN discutirán este miércoles en Bruselas los progresos para transferir la responsabilidad de la seguridad a las fuerzas afganas en todo el país a finales de 2014 y los preparativos para la nueva misión de entrenamiento, asesoramiento y asistencia a esas fuerzas que se han comprometido a mantener más allá de esa fecha sobre el terreno.
Los JEMAD se reúnen en Bruselas los días 16 y 17 de enero en el marco de la reunión del Comité Militar de la OTAN, máxima autoridad militar del organismo de seguridad euroatlántico que preside el general danés Knud Bartels.
El comandante de la misión de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF) bajo mando de la OTAN, el general estadounidense John Allen, ha informado a los JEMAD aliados y a sus homólogos de los países terceros que también contribuyen a la misión sobre la actual situación sobre el terreno y los progresos para completar el relevo en Afganistán, a finales de 2014, según ha informado la Alianza Atlántica en un comunicado.
Se espera que para marzo de 2013 las fuerzas afganas asuman la responsabilidad principal de las operaciones de combate en todo el país, momento en que se espera una aceleración del repliegue de las tropas internacionales.
Asimismo, serán informados de los avances en la planificación de la nueva misión de entrenamiento, asesoramiento y asistencia a las fuerzas afganas que han acordado mantener sobre el terreno a partir de 2015 una vez concluya la actual misión de combate. Estados Unidos, que ya ha trasladado a Kabul la importancia de que acepte la inmunidad para las tropas estadounidenses que se queden sobre el terreno, trabaja incluso con el escenario de no dejar ningún efectivo sobre el terreno una vez concluya la actual misión de combate, a finales de 2014.
Los JEMAD también prevén mantener sendas reuniones el martes con sus homólogos de los países del Diálogo Mediterráneo, Rusia, y los países que participan en Partenariado Euroatlántico para discutir la cooperación militar para hacer frente a las amenazas de seguridad emergentes.
CAPACIDADES Y ENTRENAMIENTO
Al día siguiente, los responsables militares repasarán los progresos sobre el terreno de las operaciones de la OTAN en Kosovo y de lucha contra la piratería en el Océano Índico.
También analizarán «fijar una »hoja de ruta» coherente para la transformación militar» a través de iniciativas de la OTAN como la Smart Defence y las Fuerzas Conectadas, centradas en promover el desarrollo de capacidades militares críticas a través de proyectos de colaboración multinacional y en mantener la interoperabilidad de las Fuerzas Armadas, entre otros reforzando los ejercicios multinacionales.
El Comandante Supremo de la OTAN en Europa y responsable de las operaciones aliadas, almirante James Stavridis, y el Comandante Supremo de la Alianza responsable de la Transformación, general francés Jean-Paul Paloméros, también participarán en las discusiones centradas en «garantizar que las estructuras militares y las capacidades de la OTAN siguen siendo adecuadas» para cumplir sus funciones de «defensa colectiva, gestión de crisis y seguridad cooperativa».
El general Paloméros avanzó este lunes que presentará a los JEMAD «un nuevo concepto de entrenamiento» para afianzar la «interoperabilidad y eficacia» de las fuerzas armadas de los distintos países aliados aprovechando más la posibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías de información de promover la formación «a distancia».
«La idea es sumar todas las sinergias de distintos ejercicios, incluyendo todos los actores. Lo que es nuevo, gracias a las tecnologías de la información, de la simulación, es que podemos entrenar simultaneamente distintos niveles de mando y las fuerzas sobre el terreno», explicó en rueda de prensa.
El máximo responsable de la Transformación de la OTAN defendió que «la simulación es una herramienta totalmente interesante» que hay que aprovechar y que «la ventaja» de la formación a distancia es que permitirá «mejorar la formación individual», precisando que el nuevo concepto de entrenamiento «da más valor añadido a esta formación indispensable, que representa el entrenamiento de las fuerzas». «Nunca sustituirá el entrenamiento especializado», insistió no obstante.
Para garantizar que los aliados mantienen la interoperabilidad de sus fuerzas, la OTAN contempla «reforzar y modernizar» su Fuerza de Respuesta Rápida (NRF, por sus siglas en inglés), tal y como acordaron los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN en su cumbre de Chicago de mayo.
«Ahora creemos que hay necesidad de revigorizar esto, incluidas las unidades de los Estados Unidos, las unidades rotativas que participan en la NRF», ha explicado el general francés.
Además de reforzar por tanto sus medios, la OTAN apuesta por mejorar su capacidad de despliegue dado que se trata del instrumento «más visible y disponible» en caso de tener que hacer frente a cualquier crisis emergente, aprovechando para ello las nuevas estructuras militares de mando y control de la OTAN pactadas en el marco de su reforma interna.
Los jefes de Estado y de Gobierno aliados acordaron crear en 2002 la NRF, compuesta por unos 13.000 efectivos altamente preparados. La fuerza cuenta con componentes de tierra, aire, mar y de las fuerzas especiales de los países aliados y debe poder desplegarse de forma rápida y donde sea necesario para llevar a cabo misiones como preservar la integridad territorial de un país, operaciones de apoyo a la paz, de seguridad o de respuesta a desastres e, incluso, como parte de una fuerza mayor, como primera fuerza de intervención en un país. Su despliegue requiere el visto bueno de los Veintiocho aliados.