»Barbie. Más allá de una muñeca» es un recorrido por la historia de este icono. Es un paseo, a través de 438 piezas de colección, que descubre facetas desconocidas y sorprendentes de la primera muñeca con aspecto de mujer. La muestra se podrá visitar en la Fundación Canal, en Madrid, hasta el 2 de mayo.
La muñeca ha sido y es uno de los entretenimientos más demandados de los niños. Barbie ha sabido romper sus propios moldes para adaptarse a los cánones de la cultura occidental de cada época. Nació allá por 1959 y, por primera vez, las niñas ya no jugarían sólo a ser madres.
El leitmotiv de Barbie “I can be” les inspiró a imaginarse a sí mismas haciendo lo que deseasen, para ocupar papeles a menudo inalcanzables en la sociedad e inculcándoles que sus límites serían los que ellas mismas se marcasen.
La muestra monográfica repasa los hitos de la carrera de la muñeca como icono de la modernidad. Se trata de una exposición que va contra el estereotipo sexista. Durante décadas Barbie ha transmitido valores de igualdad de género, de integración racial, de respeto por la diversidad, familiares, de fomento de la cultura, de amistad… Y todo ello sin dejar de lado su condición de muñeca, de referente de la moda y de baluarte de la feminidad.
Barbie es ama da casa, empresaria, soltera, casada e incluso divorciada, es modelo, granjera, patinadora. Barbie representa a todo tipo de mujeres.
Según Massimiliano Capella, comisario de la muestra, Barbie nunca llegó a casarse. «La filosofía de su creadora, Ruth Handler, es que la muñeca representara a una mujer realizada que no siente la necesidad de ser madre o esposa». Ken es un simple complemento para Barbie. Siempre ha ha sido el eterno secundario, el hombre primitivo que no ha evolucionado.