El director mexicano Michel Franco, que hoy ganó el premio de la sección «Una Cierta Mirada» del Festival de Cannes con «Después de Lucía», aseguró que dirigió el filme para su «público natural», el de México.
«La película que hice no es una película de arte, es lo mejor que pude hacer para el público más amplio posible y sobre todo, en principio, para mi país, que es el público natural», aseguró a la prensa después de recibir el galardón.
«Yo no pienso: voy a hacer arte. Pienso en hacer algo interesante y que a la mayor parte de la gente le pueda interesar», agregó el realizador, que adelantó que la cinta ya se ha vendido para su distribución a ocho países.
La película de Franco es un drama protagonizado por un padre y una hija en torno a un episodio de acoso escolar que tiende a la tragedia y que fue recibido con una intensa ovación en su estreno en Cannes.
Agregó que aunque no hay fecha de estreno en México, aunque le gustaría que fuera lo antes posible y comentó que el premio quizás estimule las ventas del filme a otros territorios, antes de comentar que quizás se pueda hablar de su distribución «a 15 o 20» antes del cierre del Festival de Cannes.
«Qué bueno que haya una buena racha y que estén sucediendo buenas cosas pero creo que toda la carrera es independiente y me halaga que mencionen mi nombre al lado de otros tan importantes», declaró emocionado al ser interrogado por los recientes éxitos del cine mexicano, muy presente de nuevo en esta edición de Cannes.
«Lo único en común es que somos del mismo país, no veo más constantes en mi cine. Idealmente, la calidad», agregó.
«(Carlos) Reygadas es un maestro, entonces ya nada más la pregunta me halaga, a mí su cine me parece fundamental», contestó al ser interrogado por el ejemplo del otro mexicano que está este año en Cannes, en competición oficial con «Post tenebras lux».
Y recordó: «México da siempre de qué hablar, no es solo en cine, en muchísimos ámbitos, es un país importante en todos los sentidos, relevante a nivel mundial y esta es otra muestra de lo mismo».
Sobre la posibilidad de que este premio le abra las puertas para hacer cine en Hollywood, el director aseguró: «ni sí ni no, yo lo único que quiero es seguir haciendo mi trabajo, seguir filmando en Estados Unidos, en Panamá y en México o en Yugoslavia, me da igual».
«El otro día decía que las películas van encontrando al director, yo creo que no hay que imponerse a las películas. Uno está al servicio de las ideas y la cabeza va sola», agregó antes de comentar los elogios que le transmitió el presidente del jurado, Tim Roth, por su película.
No es la primera vez que Franco acude a Cannes, donde ya se estrenó con éxito hace dos años con «Daniel y Ana», exhibida en la Quincena de Realizadores.
Y comentó sobre esa cinta, una película sobre un secuestro y el incesto provocado entre dos hermanos, que «tuvo mucho más éxito en salas populares, de nivel socioeconómico bajo que en la salas supuestamente de arte o especializadas».
«En su momento me dio muchísimo gusto porque si esto se vuelve elitista no tiene ningún sentido», dijo sobre su oficio de realizador.
Franco, visiblemente emocionado aunque contenido ante la prensa, comentó que celebraría esta misma noche en Cannes el gran éxito que significa recibir este galardón, aunque evitó dar pistas de dónde y cómo lo haría, en una ciudad en que el lugar donde se montan los eventos festivos es casi un secreto a voces.