Las películas de Danny Boyle han ganado ocho premios Oscar, cuatro Golden Globes y 9 Baftas, es reconocido como director de cine de culto, uno de los más influyentes de los últimos tiempos y por si fuera poco, el elegido para presentar a Londres al mundo, dirigiendo la inauguración de los Juegos Olímpicos del 2012.
Con cartas credenciales tan apabullantes, se esperaría verlo como todo un personaje rodeado de un halo de misterio y altivez. Nada más equivocado. Danny Boyle entra a Kinépolis de Madrid como cualquier espectador que va a pasársela bien en el cine. Camina y se viste con naturalidad y derrochando humor británico demuestra su buen ánimo, aún después de una pesada jornada de entrevistas para promocionar su nueva película »Trance», un thriller psicológico (aunque a él no le guste etiquetarlo en un género) sobre el robo de un cuadro de Goya, »Vuelo de brujas», que desencadena una trama que mezcla los engaños, las obsesiones y los miedos, con un punto focal: la hipnosis.
El cineasta explicó que durante la investigación para la cinta descubrieron detalles muy interesantes acerca de esta disciplina. Uno de ellos, que precisamente se menciona en la película, es que el 5% de la población es más susceptible a la hipnosis y por lo tanto, a ser manipulado mentalmente. «Por lo regular son hijos únicos, que en su infancia tuvieron que desarrollar su imaginación para los juegos. Artistas o personas obsesivas y creativas. Cristiano Ronaldo sería un caso clásico» añade divertido, para luego aclarar que es fanático del Manchester United y por lo tanto, sabe de fútbol y sus protagonistas.
Aunque es notorio que lo suyo es estar detrás de las cámaras, Boyle trata de pasársela bien posando para las fotografías y no escatima en tiempo para contestar preguntas acerca de su prolífica carrera y su nuevo film protagonizado por Rosario Dawson, James McAvoy y Vincent Cassel.
¿Una película como »Trance», donde nada es lo que parece y dominan los juegos de la mente, podría causar que el espectador se cuestione su propia realidad? ¿El cine tiene ese poder?
«Es un buen punto. En el caso de »Trance» sus ingredientes son reales y serios. Podría hacernos pensar en lo que somos, en nuestra realidad y nuestra identidad, todo en conjunto. El protagonista (interpretado por James McAvoy) tiene un cambio de identidad, susceptible a romperse y hacerle un daño demasiado profundo. Espero que nadie pase por algo similar».
Tienes una filmografía muy diversa. ¿Qué es lo que tomas en cuenta a la hora de elegir una historia?
«Es difícil decirlo. No es solamente un detalle como una buena escena o un buen personaje, es un conjunto de razones que te hacen querer mostrarle esa película al público. Es como enamorarse… no puedes explicarle a tus amigos por qué te enamoraste, simplemente lo estás».
Entonces ¿cada una de tus películas es como un romance?
«Para mí sí y mucho. Y como en cualquier romance, tiene sus días difíciles, pero vale la pena».
Tras haber ganado el Oscar con »Slumdog Millionaire» ¿algo cambió en tu carrera?
«Un Oscar es algo muy grande, pero te cambia en la medida que dejas que te cambie. Pero puedes seguir haciendo películas como »Slumdog Millionaire», con un presupuesto de menos de 20 millones de dólares, con libertad creativa y que pueden dar sorpresas. Es bueno poder seguir de esta manera. Todo esto del Oscar es muy bueno, se lo recomiendo a todos, pero hay tener cuidado de que no se te suba a la cabeza».
¿Estás en preparación de nuevos proyectos?
«Sí, tenemos un par de películas en camino».
¿Más detalles?
«Lo siento, no puedo. Prefiero que sea una sorpresa».
«Esto es lo que pasa a tu mente luego de los Juegos Olímpicos»
La jornada de Danny Boyle finalizó en la entrega de premios de nuevos críticos de cine de la revista Guía del Ocio, donde el cineasta anunció el primer lugar y después de la proyección de »Trance» respondió a preguntas de los asistentes.
A manera de introducción, Boyle relató que el equipo de producción del film fue el mismo que lo acompañó en la inauguración los Juegos Olímpicos de Londres 2012. «Así que »Trance» es lo que le pasa a tu mente luego de hacer una ceremonia de apertura de los Juegos Olimpicos», bromeó el cineasta. «Luego de un proyecto tan burocrático, cansado y al estilo »Disney», es decir, para toda la familia, sin violencia o lenguaje soez, quisimos volver al lado oscuro«, dijo.
A la pregunta de un asistente, sobre si alguna vez había sido hipnotizado, Boyle sonríe y dice que alguna vez le ofrecieron un tratamiento, pero que no aceptó. «Imagínate que empezara a revelar todos mis secretos, como los actores que quería para mis películas y me rechazaron«, agrega entre risas.