Una vez establecidos en Marte, los astronautas participantes en el programa de Mars One, que se convertirá en el primer Gran Hermano desde el espacio al contar con cámaras a través de las cuales se retransmitirán sus vidas a la Tierra, contarán con todo lo necesario para vivir.
Tras unas primeras aproximaciones y unos primeros envíos los años previos, el asentamiento en Marte tratará de reproducir las condiciones óptimas para llevar una vida saluable y cómoda. Así, los astronautas tendrán unas »casitas» de 50 metros cuadrados, con dormitorio, sala de estar y cuarto de baño. En la base también habrá áreas de trabajo y zonas de cultivo.
Lo primero, el oxígeno. Las zonas habitables dispondrán de él para poder respirar sin problemas. Además, estarán todas conectadas por pasillos, de modo que la necesidad de salir al exterior será mínima. Y si lo hacen, deberán llevar trajes espaciales similares a los que llevaron los astronautas que aterrizaron en la luna. Para el diseño de estas equipaciones, Mars One pretende contar con la empresa especializada Paragon Sapace Development.
Unidades de vida
A Marte llegarán dos módulos que serán vitales para la vida en el Planeta Rojo. El primer de ellos es la unidad de soporte vital, que incluye recursos para hacer habitables las zonas de la base. Así, se encargará de suministrar energía a la base mediante el despliegue de unos paneles solares finos. Asimismo, será la encargada de producir el agua, que se extraerá del agua helada que hay en la superficie marciana.
En este sentido, dentro del módulo habrá un transformador que puede cargar hasta 60 kilos de tierra, que se calientan para evaporar el agua. Parte del agua condensada se almacena y otra se usa para producir oxígeno. Esta unidad puede producir 1.500 litros de agua y 120 kilos de oxígeno en 500 días. Este módulo estará conectado a través de un tubo al segundo gran espacio, la unidad de vida, el lugar en el que habitarán los astronautas.
En esta zona estarán, por tanto, las »casitas» de los astronautas, las habitaciones, la cocina, la zona de aseo y duchas y, como dato curioso, incluso tendrán enchufes eléctricos. Aquí podrán llevar ropas normales y cocinarse su propia comida en la cocina. Asimismo, tendrán una unidad de producción, donde cultivarán plantas.
Espárragos en Marte
En este sentido, ya desde hace años los científicos vienen trabajando en el cultivo de plantas y vegetales en el espacio, precisamente como un paso adelante en las misiones tripuladas y en los asentamientos en planetas. Y es que la colonización de otros mundos es el gran desafío de la ciencia. El Sistema de Alimentos de la NASA lleva trabajando tiempo en ello.
Así, diseñaron un sistema biorregenerativo que incluya el crecimiento de plantas y que, además de servir como alimento, produzca oxígeno para los tripulantes. Pero además, un científico de la Universidad de Florencia, en Italia, asegura que los planetas más adecuados para la agricultura espacial son Venus, Marte y la Luna. Y entre ellos, Marte, tiene los mejores componentes para cultivar las plantas, ya que su territorio contiene trazas de magnesio, sodio, potasio y cloro. Asimismo, hay bloques enteros químicos basados en carbono, que es necesario para la vida.
Así, investigadores han descubierto que esta tierra es muy buena para el cultivo de, entre otros, el espárrago, un vegetal que necesita suelos muy alcalinos (y esto lo da fundamentalmente el sodio y el magnesio) para crecer. Asimismo, los investigadores no han visto trazas de toxicidad en la tierra marciana.
Pero incluso para cultivar plantas no haría falta tierra. En 1997, la NASA diseñó un sistema de cultivo aéreo para ser probado en la Estación Espacial Internacional, un método muy rentable además porque apenas requiere de agua. Y experimentó con la producción de cereales.