Observaciones con el telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO, instalado en Chile, han descubierto una nueva clase de cúmulos globulares de estrellas «oscuros» en la galaxia gigante Centaurus A.
Estos misteriosos objetos se parecen a los cúmulos normales, pero tienen mucha más masa y pueden albergar cantidades inesperadas de materia oscura o contener agujeros negros masivos, cuya presencia, en ambos casos, es totalmente inesperada e inexplicable.
Los cúmulos globulares de estrellas son enormes bolas de miles de estrellas que orbitan alrededor de la mayoría de las galaxias. Están entre los sistemas estelares más viejos conocidos del Universo y han sobrevivido a casi todo el proceso de crecimiento y evolución de la galaxia.
Matt Taylor, estudiante de doctorado de la Pontificia Universidad Católica de Chile y autor principal del nuevo estudio explica que «los cúmulos globulares y sus estrellas son claves para entender la formación y evolución de las galaxias». Así ha indicado que, durante décadas, los astrónomos han creído que las estrellas que componen un determinado cúmulo globular compartían la misma composición química y tenían la misma edad, pero ahora se sabe que «son criaturas más extrañas y complicadas de lo que parecían», informa el ESO en un comunicado. La galaxia elíptica Centaurus A (también conocida como NGC 5128) es la galaxia gigante más cercana a la Vía Láctea y se sospecha que alberga unos 2.000 cúmulos globulares. Muchos de estos glóbulos son más brillantes y más masivos que los más o menos 150 que orbitan la Vía Láctea.
CÁLCULO DE LA MASA
Matt Taylor y su equipo han hecho los estudios más detallados hasta ahora de una muestra de 125 cúmulos globulares de estrellas alrededor de Centaurus A. Usaron las observaciones para deducir la masa de los cúmulos y comparar este resultado con el brillo de cada uno de ellos. Para la mayoría de los cúmulos del nuevo sondeo, los más brillantes tenían más masa de la que se esperaba (si un cúmulo contiene más estrellas tiene mayor brillo total y más masa total). Pero algo extraño apareció en algunos de los cúmulos globulares: eran muchas veces más masivos de lo que parecían. Y aún más extraño, según ha apuntado el científico, cuanto más masivos eran estos inusuales cúmulos, mayor era la fracción de material oscuro que contenían.»Algo en estos cúmulos era oscuro y masivo y estaba oculto», ha precisado.
LA MISTERIOSA MATERIA OSCURA
Acerca de este misterio se barajaban varias posibilidades. Los expertos se preguntaban si los cúmulos oscuros podrían contener agujeros negros u otros restos estelares oscuros en sus núcleos. Esto podría explicar parte de la masa oculta, pero el equipo concluye que esto no explicaría toda la historia. Se considera que los cúmulos globulares están prácticamente desprovistos de materia oscura pero, quizás, por alguna razón desconocida, algunos cúmulos han conservado aglomeraciones significativas de esta sustancia en sus núcleos. Esto explicaría las observaciones, pero no encaja en la teoría convencional. El coautor, Thomas Puzia, ha indicado que este descubrimiento «sugiere que puede haber múltiples familias de cúmulos globulares, con diferentes historias de formación».
«Aparentemente, algunos cúmulos estelares tienen toda la pinta de ser cúmulos globulares del montón, pero, en este caso, las apariencias engañan, y es posible que haya gato encerrado», ha añadido. Estos objetos siguen siendo un misterio. El equipo también participa en un estudio más amplio de otros cúmulos globulares en otras galaxias y hay algunas pistas intrigantes que indican que dichos cúmulos oscuros también se pueden encontrar en otros lugares. Matt Taylor resume la situación: «¡Nos hemos tropezado con una clase nueva y misteriosa de cúmulo estelar! Esto demuestra que todavía tenemos mucho que aprender sobre todos los aspectos relacionados con la formación de cúmulos globulares. Es un resultado importante y ahora tenemos que encontrar más ejemplos de cúmulos oscuros alrededor de otras galaxias»