La piel y el cabello de la mayoría de los seres humanos tienen bastante de los neandertales y en sus genes. Así lo señalan dos nuevos estudios que examinaron los vestigios de ADN en el genoma de los humanos modernos.
Hace unos 50.000 años, los seres humanos modernos emigraron del norte del Africa a Europa y el este de Asia y se encontraron con los neandertales pilosos que habían estado en climas más fríos durante más de 100.000 años. Algunos individuos de las dos especies copularon. Y después los neandertales se extinguieron como especie, pero no sin dejar una herencia genética.
Los científicos aislaron las partes del código genético de los humanos modernos no africanos que todavía contienen vestigios de los neandertales. En general apenas supera el 1%, dicen los dos estudios publicados el miércoles en las revistas “Nature” y “Science”.
Sin embargo, en algunos sitios, como el ADN relacionado con la piel, las instrucciones genéticas son hasta el 70 % neandertal y en otros no queda prácticamente nada de la especie que se suele caracterizar como cavernícola.
La diferencia entre los lugares donde el ADN neandertal abunda y aquéllos donde está ausente podría ayudar a los científicos a comprender qué es lo que en nuestro genoma «hace humanos a los humanos», afirmó el científico Joshua Akey, de la Universidad de Washington, autor central del informe en “Science”.