«Este es un mensaje dirigido para todos los desmembrados que respetan cuando se encuentran con un ciclista por la vía. Quiero transmitir abiertamente mi indignación y puteo por todos los grandes sinvergüenzas que se atreven a jodernos la vida, a coger pánico y sobre todo a temer cada vez que salimos a entrenar como si fuera probablemente la última vez que lo hagamos en nuestra vida», afirma en unas declaraciones realizadas en una red social.
El español, además, reconoce que le desmotiva «muchísimo», como supone que a muchos otros ciclistas tanto profesionales como ocasionales, tener en cuenta esa «falta de respecto» y un contra más para no poder levantarse cada mañana y focalizarse únicamente en mejorar su rendimiento. «Por favor, no nos hagáis sentirnos unas hormigas», pide.