Un 1 de noviembre festivo como hoy hace diez años, ‘Juan, el diplomático’ se convirtió para los amigos, compañeros y conocidos de Letizia Ortiz Rocasolano en el Príncipe. Su ‘chico’ que tanto viajaba, ese diplomático que le había dibujado un rostro “radiante” como le decían colegas de trabajo y allegados; el que comentaba reportajes, con el que salía desde hace varios meses era Don Felipe de Borbón y Grecia, futuro rey.
El ‘notición’ se coló en los hogares a las siete y media de la tarde, vía comunicado de la Casa Real. “Sus Majestades los Reyes tienen la gran satisfacción de anunciar el compromiso de su hijo, su Alteza el Príncipe de Asturias Don Felipe, con Doña Letizia Ortiz Rocasolano”. Acto y seguido, la imagen que se repetiría en bucle es la de la conocida periodista del telediario de TVE, con sonrisa sonrojada y mirada cómplice, estrechando la mano al Príncipe en Oviedo. La imagen se tomó apenas una semana antes, en la parte de atrás del plató donde Letizia escribió su última crónica como periodista sobre la entrega de los Premios Príncipe de Asturias.
El runrún de la noticia había incendiado las redacciones la mañana del sábado, pero se había empezado a cocinar días, cuando en las tertulias de espacios de la crónica social y en los mentideros periodísticos se iba gestando el gran acontecimiento para la Corona.
El runrún se comentaba en bares la noche antes
Los ecos no solo se oían en la trastienda periodística Madrid. En el programa de radio ‘Hoy por Hoy’, de Iñaki Gabilondo, el colaborador Rafael Manzano, ‘El Búho’, decía que tenía una información que le quemaba los dedos y necesitaba comunicar: “Esta vez sí, la Casa Real va a anunciar un compromiso. El Príncipe tiene pareja, es una mujer muy conocida, que con la seriedad de su trabajo, no supone traba alguna”. La noche del 31 de octubre, en bares de distintos rincones de España, ya se hablaba entre amigos de que decían que el Príncipe tenía pareja.
Tico Medina sabía que Don Felipe mantenía una relación con una periodista de TVE; Rosa Villacastín y Manzano sabían quién era, pero callaron. El miedo era la noticia se colara en programas populares de la crónica rosa.
“No os olvidéis de mí”, a sus compañeros de TVE
La tarde del, 31 de octubre de 2003, hubo llamadas a la periodista. “No todo lo que se dice es cierto”, dijo Letizia Ortiz a un redactor jefe de un canal de televisión donde había trabajado años antes. Pero ese día, la periodista sabía que iba a presentar el último informativo. Su compañera María Oña le dijo que sabía quién era Juan, pero que guardaría el secreto hasta que se hiciera oficial. Por entonces, a finales de octubre de 2003, solo Oña y un círculo estrecho de amigas de Doña Letizia sabían el secreto. A ese núcleo de confianza le presentó a su ‘chico’.
Ese viernes 31 de octubre entró en el despacho de su jefe, Alfredo Urdaci, para confirmarle el rumor. “Hablé con ella ese día y a pesar de las condiciones que la rodeaban, hizo un gran telediario”, contó años después el periodista. Letizia se despidió del espectador como siempre, con que “pasen un buen fin de semana”. En ese instante, acabó su relación con TVE, aunque formalmente no fue hasta el 19 de noviembre de 2003 cuando se comunicó al consejo de administración la rescisión del contrato, vigente hasta junio de 2004 y con un sueldo de unos 3.000 euros al mes. “No os olvidéis de mí», fue su frase para despedirse de sus compañeros de profesión ese día.
Ese viernes por la noche, Letizia, que entonces tenía 31 años, abandonó Torrespaña oculta en la parte de atrás de un coche para evitar algunas cámaras que le esperaban en la salida del trabajo.
El rumor del noviazgo del Príncipe había adquirido tal entidad, que Zarzuela empezó la tarde del viernes a movilizar los recursos para oficializar el compromiso. Esa misma noche informaba al presidente del Gobierno, José María Aznar, y al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.
En realidad, la Casa Real había estado preparando el terreno. Letizia había dejado de desplazarse en su Seat Ibiza poco antes, según contó El País el 3 de noviembre de 2003, y una semana antes de hacer público el compromiso, se le había puesto seguridad especial. Todo esto formaba parte del plan de la Casa del Rey para para preservar el noviazgo del heredero.
La noche del viernes 31 de octubre, Letizia hizo una maleta para coger un vuelo a primera hora con destino a una ciudad europea, para encontrarse con su pareja. Esa noche, don Felipe cenaba con los duques de Palma en un restaurante japonés de la calle Urgell de Barcelona, según cuenta La Vanguardia. El destino del viaje de Felipe y Letizia fue Praga, la última ciudad que guardó el secreto, que cerró la historia de la periodista y el ‘chico’ que tanto viajaba. Lo que vino después fue la historia que se conoce: el 22 de mayo de 2004 la periodista salió de la Catedral de la Almudena de Madrid convertida en la Princesa de Asturias. Hoy se dice que Doña Letizia, madre de Leonor (8 años) y Sofía (6 años), ha modernizado la Corona, en un tiempo de descrédito e impaciencia.