El maquillaje ha sido importante a lo largo de la historia. En pleno siglo XXI imitamos los estilos de los años 20, 30, los famosos años 50 y sus chicas »pin-up» o los rockeros años 80.
El maquillaje tiene más antigüedad de lo que parece. Ya en el antiguo Egipto se dieron cuenta de la importancia del uso de los cosméticos y del cuidado facial. Usaban ungüentos como el »khol» para hidratar la cara y otros materiales para pintarse.
En el siglo I los romanos también empezaron a utilizar el »khol» para pintarse los ojos así como la tiza para blanquearse la piel. El maquillaje continuó evolucionando en la Edad Media, época en que la moda era llevar la cara pálida como símbolo de bienestar.
Ya en el siglo XVIII la palidez desaparece para dar paso al color. Las mejillas comienzan a tomar un color rosado y los labios un tono rojizo, moda que continúa en la actualidad.
A partir de 1.900 comienza a aparecer la cosmética tal y como la conocemos, sobre todo por el auge de los medios de comunicación o el cine.
Los años 30 y 50, un momento clave para la cosmética
En los años 30, la marca Max Factor fue la primera en crear un polvo facial perfumado para la mujer. A partir de ese momento, la cosmética comienza a hacerse accesible para todo el mundo, por lo que aparecen nuevas marcas como Revlon, Elisabeth Arden o Lancôme.
Durante estos años, se llevaban las cejas muy perfiladas y unos ojos completamente marcados. El look iba unido a un peinado con ondas de agua, que también vemos en la actualidad.
En los años 50 aparece el estilo »pin-up», con ropa ceñida y muy colorida. El ejemplo por excelencia es Marilyn Monroe.
Ya en los 70 comienza a darse una mayor importancia a los ojos en detrimento de los labios, que pasan a un segundo plano. El objetivo era hacer los ojos más grandes, por lo que añadían varias capas de máscara de pestañas para hacerlas infinitas.
Actualmente, el aire »retro» es tendencia. Cantantes como Katie Perry ya se han sumado a esta nueva moda y ahora le gusta lucir un estilo »pin-up». Muchas marcas de cosméticos apuestan también por darle una mayor importancia a los ojos y pintar los labios con un tono rosado o un simple gloss para darles brillo. Si quieres sumarte al aire más retro, aquí tienes las claves.