Una amplia exposición muestra en Fráncfort la ambivalencia del pintor expresionista Emil Nolde con el nacionalsocialismo a través de cartas a amigos y al propio ministro de Propaganda, Joseph Goebbels.
El Museo Städel de Fráncfort presentó hoy una retrospectiva de Nolde, que se podrá ver desde mañana y hasta el 15 de junio.
Pese a ser uno de los pintores expresionistas alemanes más venerados, Nolde (1867-1956) sigue siendo controvertido porque pese a que para los nazis era un «artista degenerado» y tuvo la prohibición de pintar, fue un seguidor de Hitler.
«Lo más importante es que Nolde, pese a todo, no cambió su arte. Se mantuvo fiel a su propio lenguaje de imágenes. Este es para mí uno de los motivos por los que podemos seguir disfrutando del arte de Nolde», dijo el director de la fundación «Stiftung Seebüll Ada und Emil Nolde», Christian Ring.
Varios documentos, que se pueden ver en la exposición, verifican sus convicciones políticas.
Nolde escribió sobre Hitler a unos amigos que «el Führer es grande y noble en sus esfuerzos y un hombre de hechos genial».
En una carta a Goebbels, que ahora publica la revista de arte «art», Nolde pide en 1938 la devolución de sus obras confiscadas y argumenta que «ha sido casi el único artista alemán que ha luchado abiertamente contra la extranjerización del arte alemán» y firma con el saludo «Heil Hitler».