El equipo de Isidoro Martínez vuelve a tener otro duro compromiso en la máxima competición continental y espera ofrecer, aliado con su público, su mejor versión europea para, primero, batir al equipo magiar, todo un »clásico», y, segundo, hacerlo por la mayor renta de goles posibles.
Los ademaristas, que siguen con bajas, afrontan confiados esta cita, amparados por su buen rendimiento en la fase de grupos cuando jugaron como locales, donde no perdieron ningún partido, pese a tener un duro grupo con el THW Kiel alemán, el Copenhague danés y el Montpellier francés. Empató, en el último suspiro, contra los germanos, pero batió a sus otros dos rivales de forma ajustada.
El Ademar está a la búsqueda de acabar con una racha que se alarga diez años sin estar en los cuartos de final de la máxima competición continental. En 2001-2002 fue su última aparición entre los ocho mejores y fue precisamente su rival de este año el que le dejó fuera, ganándole además los dos encuentros (22-27 y 30-18). En la »Main Round» de 2008-2009 también hubo sendas victorias húngaras, por 30-32 y 28-26, por lo que los de Isidoro Martínez buscan su primera victoria.
Para tener opciones, tendrá que defender con la intensidad ofrecida en la Copa Asobal de diciembre y que sus piezas claves ofensivas encuentren resquicios en el duro 6-0 del Veszprem, bien respaldado en la portería por el exademarista Alilovic. Carlos Ruesga y Antonio García, y Cutura se presentan claves desde fuera, mientras que Rafa Baena tendrá que pelear con los defensas magiares, conocidos por su dureza.
Por su parte, el Veszprem es un equipo muy experto en esta competición, aunque este año ha ofrecido debilidades en su »caliente» pabellón, cayendo ante el Fuechse alemán y el Kielce polaco, y ganando a un relajado BM Atlético de Madrid por 28-27. Además de por su defensa, en el equipo húngaro destaca la figura del lanzador serbio Marko Vujin, un jugador muy peligroso y máximo goleador de los suyos.