La bailaora y actriz Cristina Hoyos valora positivamente que el flamenco siga ganando mercado fuera de España en un momento en que la crisis económica «se nota muchísimo» en los tablaos y obliga a muchos artistas a emigrar, a menudo a Japón y China.
«El flamenco va abriendo cada vez más puertas, sobre todo el baile y la guitarra«. Afirma que con la crisis, «los flamencos se van fuera», comentó a Efe la bailaora, de 67 años, que presenta estos días la película «Verde que te quiero verde», de Caroline Chomienne, en la sexta edición del festival de cine español de París, «Different!».
Hoyos (Sevilla, 1946) reconoce que actualmente es «muy difícil trabajar» con los grandes ballets y anima a conformarse con «grupos más pequeños» e «ir a muchos sitios gratis o cobrando lo comido por lo servido» porque «está la cosa regular». Pero confía en que los artistas flamencos, como tantos otros, puedan volver a soñar pronto con un futuro prometedor porque «esto no va a durar siempre… esperemos», comenta.
La bailaora, que recorrió el mundo durante más de dos décadas junto a Antonio Gades, presenta en París una producción francesa que aún no ha llegado a las salas comerciales y que narra cómo una adolescente se apoya en el flamenco y en Granada para abandonar el mundo turbio de París en el que vivía.
«Es la historia de una chica (Judith Allio), que es hija de inmigrantes y que está metida en un mundo de mal rollo, de drogas, de todo y llega un momento en el que decide irse a ver a su abuela a Granada (Cristina Hoyos), que tiene una escuela de baile», comenta por teléfono la bailaora, protagonista de la trilogía de Carlos Saura «Bodas de Sangre», «Carmen» y «El Amor Brujo».
Hoyos, que dice sentir «casi un hermanamiento con París», donde actuó por primera vez en 1969 de la mano de Antonio Gades, no tiene intención de abandonar los escenarios. «Siempre voy a estar ahí», asegura la sevillana, que ahora trabaja con un ballet menos nutrido, sigue dando cursos en Japón, diseñando coreografías para óperas o «impulsando a jóvenes que tiene talento»
Afirma sentirse con fuerzas para hacer «una Bernarda Alba, que con mi edad se puede hacer perfectamente, o una Celestina o cualquier personaje que vaya con mi edad porque todavía tengo ánimo, fuerza, ganas e ilusiones…». La artista es una de las invitadas de lujo de una muestra cinematográfica por la que también pasarán Eduardo Noriega, Cesc Gay o Gracia Querejeta, entre otros.
El festival «Different!» programa entre el 14 y el 21 de junio más de una docena de cintas entre las que se cuentan «Una pistola en cada mano», de Cesc Gay, «Con la pata quebrada», de Diego Galán, «15 años y un día», de Gracia Querejeta, o la cinta de animación «O Apóstolo», de Fernando Cortizo.