La petición se realiza a resultas de una transaccional acordada por el PP, autor de la iniciativa original, con el PSOE, CiU y el BNG, con el objetivo de que el Gobierno traslade el posicionamiento de la Cámara a las autoridades europeas durante la negociación que aún está pendiente en los llamados »trílogos» (Comisión, Consejo Europeo y Eurocámara).
Así, el Parlamento quiere que el Gobierno de Mariano Rajoy tenga en cuenta ciertas peticiones del sector pesquero a la hora de seguir avanzando en la negociación del reglamento, de tal manera que se tenga en cuenta el punto de vista económico y social de las medidas, y no tan sólo el medioambiental.
RELEVO GENERACIONAL
En este sentido, el texto aprobado plantea que las ayudas de la FEMP se puedan aplicar a los jóvenes pescadores que quieran adquirir un buque pesquero de la flota artesanal, costera o litoral, de tal manera que se garantice el relevo generacional del sector.
Asimismo, es necesario apoyar a otros colectivos, incorporándoles como beneficiarios de las medidas de aplicación del fondo por su «labor de apoyo» y su actividad «equivalente» a la que desempeñan los trabajadores de a bordo. En particular, se menciona a las rederas, empacadoras, neskatillas, mariscadoras y trabajadores del sector almadrabero, y se subraya la importancia de trabajar por la «integración y visualización de las mujeres en la pesca».
En esta línea, se reclama que el fondo incluya una «clara cualificación y determinación» de las comunidades costeras que dependen de la pesca, de tal manera que sirva para apoyar a estos colectivos y que se consiga un «mejor sostén de la estructura marítimo-pesquera».
AYUDAS EN CASO DE PARADA
Además, el Congreso reclama que la FEMP cuente con un plan de actuación sobre el esfuerzo de pesca en las pesquerías que tengan que reducir sus capturas en el marco de los planes plurianuales para poder lograr el RMS de los calderos, de manera que los pescadores afectados cuenten con medidas socioeconómicas para hacer frente a esas situaciones.
En la misma línea, también debería existir una disposición financiera con la que atender a armadores y tripulantes ante posibles problemas derivados de emergencias como roturas de acuerdos de pesca, o de desastres naturales.
En relación con la flota costera artesanal, se pide un «tratamiento diferenciado» con medidas que ajusten la financiación recibida por los barcos de menos de 15 metros de eslora o que hacen mareas de menos de 24 horas al esfuerzo pesquero, la reconversión de las embarcaciones y la aplicación de medidas de gestión propia.
«El planteamiento hecho para mejorar la salud, la seguridad y las condiciones de vida a bordo de las embarcaciones debe ser ampliado, de manera que no quede limitado en el periodo de programación las ayudas a recibir por estos conceptos, siempre que no supongan un aumento real del esfuerzo de pesca», concluye la iniciativa.
FRACASO SOCIALISTA
Durante el debate, el »popular» Antonio Pérez Insua ha valorado las aportaciones de los grupos de la oposición, que han servido para completar una iniciativa que se había quedado un poco obsoleta, dados los avances en las negociaciones desde que se presentó el pasado mes de abril.
Además, ha criticado que la labor negociadora del Gobierno socialista anterior fue «muy pobre y poca exitosa», a la luz de la propuesta original de reglamento, y ha puesto de relieve el papel desempeñado por el actual ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, quien con su trabajo ha conseguido «incorporar contenidos que no habían sido tenidos en cuenta y que el sector demandaba».
«El vuelco sobre la propuesta inicial es casi total», ha añadido el diputado, reconociendo no obstante que pese a los cambios introducidos tanto por la Comisión como por el Parlamento europeos aún quedan aspectos por mejorar, de ahí la presentación de esta iniciativa.
NI UN PASO ATRÁS
La portavoz socialista de Pesca, Consuelo Rumí, ha lamentado que la propuesta «llega tarde, quizás demasiado», aunque ha compartido la necesidad de «mantener para el trílogo lo que ya se ha conseguido» y «no dar ni un paso atrás» en los avances introducidos en el reglamento, aunque teniendo en cuenta que «hay además otras cuestiones sobre las que hay que mantenerse firme» por el bien del sector.
Además, ha criticado el «error de base» del que parten los »populares» como es considerar que hace falta «paliar los efectos negativos de priorizar la consideración medioambiental por encima de la económica y social». «El futuro de la pesca en Europa pasa necesariamente por aunar estos dos extremos, porque apostando de forma flexible por una pesca sostenible se protege el sector», ha añadido.
El diputado de CiU Marc Solsona ha expresado su acuerdo con el texto propuesto, aunque cree que sería más conveniente referirse únicamente a la pesca costera, dejando fuera el término artesanal, porque «así se incluirían más tipos de pesca» que no son de altura pero tampoco son artesanales.
Por el BNG, Olaia Fernández Davila ha aplaudido el entendimiento logrado con esta propuesta, aunque ha recordado que «sigue sin estar suficientemente definida la cuestión de la pesca artesanal», que a su entender debería incluir barcos que realicen mareas de hasta 36 días o que tengan artes sostenibles, sean propiedad familiar o de autónomos, o que se dediquen a la pesca fresca.
Asimismo, ha solicitado incluir a los mariscadores de a pie y de a flote entre los colectivos a los que hay que apoyar. «Dado que ya prácticamente está aprobado el reglamento, entendemos que es conveniente que el Gobierno actúe con la máxima urgencia para que las negociaciones de reparto de los fondos se hagan a la mayor brevedad posible», ha concluido.