El Índice Seco del Báltico (Baltic Dry Index, BDI) es una cifra que se calcula en función de lo que cuesta transportar materias primas por mar. Los economistas consideran que es un gran indicador del futuro de la Economía: si hay muchos contenedores saliendo de los puertos, es que las tiendas y las fábricas alrededor del mundo necesitan muchos productos porque creen que se los van a comprar. Hay confianza, la cosa se mueve. Es decir, un BDI alto es bueno; uno bajo, malo.
Lo elabora una empresa londinense
En 1744 se fundó en Londres un mercado de valores, una “bolsa”, llamada Baltic Exchange. Le pusieron el nombre del mar que baña Suecia, Rusia, Alemania o Dinamarca, entre otros países, una zona de enorme comercio marítimo.
El Baltic Exchange publica el BDI. La referencia a la palabra seco, dry, se incluye porque se refiere a los barcos mercantes “secos” (dry bulk carriers, en inglés), en oposición a los petroleros; es decir, los que transportan grano, aparatos electrónicos o metales, por ejemplo.
El índice se elabora en base a encuestas entre las empresas mercantes sobre qué precios tienen en esos momentos. Se tienen en cuenta las múltiples rutas globales, y se utilizan tres sub-índices en función del diferente tamaño de los barcos mercantes: Capesize (el más grande, capaz de transitar por el Cabo de Buena Esperanza), los Supramax y Handysize (de 50.000 toneladas) y los Panamax (que pueden pasar por el Canal de Panamá).
Suele “prever” la evolución de la Economía
La última recesión global es un claro ejemplo de cómo de alineado está el Producto Interior Bruto de los países, un medidor de riqueza, con este índice.
Primero, vemos la evolución del crecimiento del PIB, con la gran contracción de 2009, la mayor en décadas, según el Banco Mundial.
Después, el BDI: enorme bajada desde su máximo de 2008 de casi 12.000 puntos hasta menos de 1.000
Hay quien mira atentamente a este índice para detectar grandes variaciones. Si cae demasiado, ojo, puede ser un indicador adelantado, una variable actual y sobre un asunto concreto que en realidad pronostica el comportamiento del futuro cercano.